“Violeta amaba esta ciudad y hace 20 años me pidió que sus cenizas queden en Chivilcoy”

Ayer hubiera sido el cumpleaños de Violenta Rivas, la cantante chivilcoyana que falleció el pasado 23 de junio en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y su esposo durante 51 años, luego de tres de novios, el también artista y cantante Néstor Fabián, vino a cumplir con el pedido que le formulara en vida, en 1998.

Junto a Néstor Fabián vino la hija del matrimonio Analía de 48 años y  la primer fan de la cantante del club del Clan, nacida en nuestra ciudad el 4 de octubre de 1937 con el verdadero nombre de Ana María Francisca Adenolfi Calabria.

Y si bien los padres y Violeta dejaron la ciudad siendo muy niña, mantuvieron una constante relación con los tíos y primos de la familia Calabria –apellido materno-, cuyos descendientes aún viven en Chivilcoy.

Néstor Fabián, dijo a LA RAZON en su llegada a nuestra ciudad “Cuando nos fuimos a vivir a nuestro último departamento, en el año 1998, Violeta me dijo de acá no nos vamos más, me voy con los pies para adelante y las cenizas las desparramas en Chivilcoy, así que aquí estamos con nuestra hija y la primer fan de Violeta, para cumplir su deseo”.

El cantante de tangos con una trayectoria impecable con la canción recordó “Si bien es cierto que se fue a los 5 años a vivir a Buenos Aires, nunca dejamos de venir a esta ciudad, la amaba, la mencionaba constantemente, nunca la olvidó, como tampoco a sus familiares, gente encantadora que cada vez que veníamos nos hacían sentir muy felices”.

El casamiento por TV

El pasado 16 de marzo se cumplieron 51 años del histórico casamiento de los artistas Violeta Rivas y Néstor Fabián en la Basílica de Guadalupe de Santa Fe. Fue, además, la primera transmisión de exteriores de Canal 13,   en el programa Sábados Circulares de Pipo Mancera. El emotivo momento es recordado con cariño por Néstor Fabián, con lágrimas en los ojos cuando nos recordó que “la iglesia fue elegida en una promesa realizada por mi en 1965, cuando Violeta sufría de problemas en su voz. Como ella se recuperó, a los dos años volvimos y cumplimos la promesa de casarnos en Santa Fe“. Las imágenes de la época muestran que tres cuadras antes de llegar a la iglesia una fuerte cuerda era tendida entre árboles y columnas, para contener al eufórico público, además de los puestos de bebidas y parrillas, que también vendían fotos y posters de los famosos novios.

El final

Néstor Fabián tiene fresca la partida de la mujer de su vida, “Se siente su ausencia, no lo sabes, éramos muy compañeros. Pero la recuerdo con cariño, con acciones divertidas. Te cuento una, yo era de regalarle almohadas y almohadones, que le gustaban mucho. Hace una semana, estaba acostado en nuestra cama, y en la cabecera tengo un mural con su foto. Lo toqué con la almohada y se cayó sobre mi cabeza y le dijo “Pará que no hice nada”, prefiero recordarla con humor, como nos gustaba a los dos”, puntualizó.

Con relación a su salud, fueron diez años, con pequeños detalles, que no tenían tanto que ver con su voz, ni con su memoria, porque era una verdadera profesional. Los cambios, en especial en los últimos dos años, comenzaron con errores en su vestimenta, en la combinación de colores, detalles que ella cuidaba mucho. Ahí nos fuimos dando cuenta, que el alzheimer era un hecho, que al principio negamos, pero que se fue agravando hasta desconocer nuestras identidades” finalizó Néstor Fabián, que emprendió el inmediato regreso a la Capital Federal.