Se realizó el homenaje a Julio Cortázar a 100 años de su nacimiento

En horas de la tarde de ayer se llevó a cabo el acto oficial en homenaje al centenario del nacimiento del escritor Julio Cortázar, en las instalaciones de la Escuela Normal, establecimiento educativo que lo tuvo como profesor.

El salón de actos se vio colmado de público, fundamentalmente de estudiantes, contándose entre los presentes el intendente Darío Speranza, la Madre de Plaza de Mayo, Adelina Dematti de Alaye, quien fuera alumna de Julio Cortázar en dicha escuela; la inspectora jefa distrital, Catalina Bustamante, autoridades educativas y docentes del establecimiento e invitados especiales.

Durante el acto, hicieron uso de la palabra el jefe comunal, Darío Speranza y la directora de la Unidad Académica Nº 1 (Escuela Normal), Dra. Bibiana Andreucci. Posteriormente se convocó a María del Carmen Giuliano quien procedió a recitar algunos trabajos de Cortázar, dando paso luego a la proyección de un documental sobre el paso del escritor por nuestra ciudad realizado por La Bici Audiovisual. Por último, dos profesores del ISFG, Jorge Darío Pascuccio, de la materia Historia y Julio Cantone, de la materia Literatura y un alumno del Profesorado de Historia, "Primo” Fernández, realizaron una charla debate sobre el trabajo y la historia de Cortázar.

Asimismo, se entregaron distinciones a los alumnos de Artes Visuales que confeccionaron un mural representando la vida de Cortázar en una de las paredes de la Escuela; y también a Adelina Dematti de Alaye, quien a su vez, procedió a donar su nuevo libro, "La marca de la infamia. Asesinatos, complicidad e inhumaciones en el cementerio de La Plata”, para la biblioteca de la escuela, trabajo que será presentado oficialmente este viernes 29 de agosto a las 18. 30, en el Aula Dardo Rocha del Rectorado de la UNLP.

Durante su intervención, el intendente Darío Speranza destacó: "Ver tantos jóvenes participando me da una enorme alegría. Desde hace algunos años, los argentinos tenemos y especialmente los jóvenes, tenemos la posibilidad de participar de la política, de la cultura, del deporte. Por eso, como lo plantea Cortázar en su cuento Casa Tomada, no es encerrarse en sí mismo sino en salir a participar, porque necesitamos la labor de todos los jóvenes ya que dentro de muy pocos años van a ser los responsables de llevar adelante esta comunidad”.

Por su parte, Bibiana Andreucci expresó: "Estamos muy contentos de que haya tantos chivilcoyanos que se han movilizado para escuchar y celebrar el centenario de Cortázar. El fue profesor de la Escuela Normal. No fue profesor de Letras, sí de Geografía e Educación Cívica y no escribió aquí ningún libro firmado con su nombre, sino que escribió varios artículos con un pseudónimo, Julio Denis, en una revista que sacaba el centro de estudiantes de la Escuela”.

"Cortazar ha dejado una huella enorme en la literatura y siempre me he preguntado, en qué ha influido Chivilcoy en los años 40 en Cortázar. Pero no puedo dejar de pensar en sus libros como Rayuela, en donde antecedió lo que venía, ver que no había más paradigmas, más modelos, que no había más esa historia lineal que había habido hasta ese momento. Tal vez ese Chivilcoy, quizás rígido o conservador, haya influido en esa visión”.

También fue consultada la directora de Cultura, Florencia Vaccari, sobre las distintas actividades en homenaje al escritor: "Estamos muy contentos porque esta actividad por el centenario del nacimiento de Cortázar comenzó a gestarse hace bastante tiempo y distintas instituciones trabajaron con la figura del escritor y que hoy podamos estar aquí, en la escuela donde él estuvo trabajando en Chivilcoy”.

Adelina Dematti

Por su parte, Adelina Dematti de Alaye, alumna de Cortázar en la Escuela Normal, lo recordó de la siguiente manera: "Yo tuve clases de historia con él. Solo nos llevaba 13 años porque era un muchachito nada más. Dictaba unas clases que nos enojábamos cuando sonaba el timbre, algo raro en los alumnos, porque no queríamos que terminara. Eran muy amenas y cuando el tema era denso, ponía un chispazo gracioso o alguna anécdota. También era muy exigente pero hubiéramos estado todo el día escuchándolo”.

Sobre su encuentro con Cortazar en Francia, comentó: "En ese momento ya era conocido en el mundo por su militancia por la humanidad. Yo fui en septiembre de 1979 por primera vez a Francia y entre las primeras cosas que pedí cuando llegué fue su teléfono. Lo llamé, le dije que mi nombre era Adelina Dematti, que había sido su alumna en la Escuela Normal de Chivilcoy pero que me presentaba como Madre de Plaza de Mayo. Inmediatamente lanzó una exclamación y me dijo: ‘te quiero ver, aunque mañana salgo para España y en cuanto vengo, nos conectamos’. Así fue que nos vimos en enero de 1980, cuando se hizo el Coloquio de París, donde estuvimos juntos y también luego en una iglesia, donde yo le saqué una foto, en una de las reuniones que hacía con un grupo de exiliados. Fue ahí, en un viaje en el subterráneo, que le pedí que me diera la copia de lo que había leído en la apertura del coloquio, que luego me mandó con una dedicatoria. Se trata de uno de los documentos más concretos, más hermosos y valederos contra la negación de la memoria”.