– ¡Oh Dios, estoy muerto

domingo, 6 de enero de 2019 · 00:00

Un explorador iba caminando por la selva, cuando de pronto lo rodea un grupo de salvajes caníbales y estaba claro que no tenían intenciones amistosas.

– ¡Oh Dios, estoy muerto! Dice el explorador, muy convencido de que había llegado su hora.

Pero de repente, el cielo se abre, aparece un rayo de luz y se escucha una voz profunda que le dice:

 No, todavía no, aún tienes una oportunidad de salvarte.

Lo que debes hacer es quitarle la lanza al jefe caníbal y clavársela a su hijo en el corazón.

Entonces, el explorador pelea con el jefe, le quita su lanza y se la clava en el pecho al joven que estaba junto a él, ante el asombro de todos los caníbales.

El hombre mira al cielo otra vez, y vuelve a escuchar la voz:

– Ahora sí, ¡Ahora sí que estás muerto!

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