Cita a ciegas

Una mujer y un hombre se encuentran en un bar en una “cita a ciegas” organizada por amigos en común.

No había nada de onda entre ellos y  después de una larga noche,  Pablo no aguantaba ni un minuto más bancar a la mujer.

Anteriormente, había dispuesto en secreto que un amigo lo llamara por teléfono a cierta hora para que tuviera una excusa para irse si algo así sucedía.

Y así ocurrió, el amigo llamó y él se retiró de la mesa para contestar la llamada.

Cuando regresó a la mesa tras la “llamada”, bajó los ojos, puso una expresión sombría y dijo:.

“Tengo malas noticias Karin, mi abuelo acaba de morir y tengo que marcharme de inmediato”.

“Gracias a Dios”, respondió ella.

“¡Si el tuyo no hubiera muerto, habría tenido que hacerlo el mío!”