La confesión final
La confesión final
El marido, en su lecho de muerte, llama a su mujer. Con voz ronca y muy
débil, le dice:
- Muy bien, llegó mi hora, pero antes quiero hacerte una confesión.
- No, no, tranquilo, no hagas ningún esfuerzo.
- Pero, mujer, es preciso - insiste el marido - Es preciso morir en paz.
Te quiero confesar algo.
- Está bien, está bien. ¡Habla!
- He tenido relaciones con tu hermana, con tu madre y tu mejor amiga. Ella muy
afectada le dijo:
Lo sé, lo sé ¡¡¡Por eso te envenené, hijo de puta!!!