Copa Argentina

Pasando la zaranda en la noche de Quilmes

Las sensaciones que quedaron de la participación de Atlético Independiente en los 32 avos de final de la copa más federal del país.
viernes, 1 de marzo de 2024 · 00:00

Una vez más Atlético Independiente jugó la Copa Argentina de Fútbol, esta vez frente a uno de los cinco equipos más grandes del país, reconocido históricamente por todos y más allá de su presente, que no es de los mejores que ha tenido a través de su historia en el fútbol profesional, hay una camiseta que impone respeto, hay jugadores que se han ganado un nombre, hay una institución, que como ocurre con Independiente en Chivilcoy, se ganaron y merecen el respeto del resto.

Independiente fue a toparlo y lo hizo con altura, con mucha dignidad, es más, la definición dignidad hasta me choca, porque fue tan pareja la pelea, definida por un solo golpe de nocaut, contra una mano de contra que no encontró el mentón del equipo de San Lorenzo, que me animo a decir que el empate hubiera estado bien. Lo importante de este Independiente es que si bien tuvo un perfil conservador –como se preveía y como era lógico-, no se defendió tirando la pelota a la tribuna o corriendo de atrás a los jugadores contrarios, sino plantado, corriendo mucho, mostrando la intención de jugar la pelota en el mediocampo cuando la consiguió; es cierto que llegando poco, pero tampoco San Lorenzo le llegó mucho y de no ser por ese disparo certero que se le metió al lado del palo derecho a Nicolás Sequeira, tal vez en la única distracción defensiva que tuvo el equipo en los 90 minutos, el azulgrana tampoco hubiera convertido.

Cuando se dan partidos con diferencia de categoría, con diferencia de calidad de jugadores, con formaciones con más rodaje, con una preparación y concentración súper profesional, el que aparenta ser más débil, siempre nos hace pensar lo peor, pero, en esta oportunidad y lo decimos con orgullo los chivilcoyanos, todo esto estuvo muy bien disimulado.

De mantener este equipo la concentración, la entrega, el espíritu de lucha, cuando adquiera el ritmo que le va a ir dando la competencia oficial, se le augura un buen Torneo Federal “A”.

El equipo tuvo en Quilmes –club donde es ídolo Horacio Milozzi-, un buen acompañamiento de su gente, extendiendo una larga bandera que vio el país entero, porque la Copa es bien Federal, alentando a los jugadores rojos, que como respuesta le dieron todo adentro del campo.

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