Un ídolo de Morón en Chivilcoy

A través de Ariel, un hincha de Morón que hace seis años vive en Chivilcoy, fuimos invitados a la visita de del ex jugador Damián Akerman, quien estuvo el sábado en nuestra ciudad, compartiendo un asado con hinchas del club. Allí estuvimos con LA RAZON y charlamos con el histórico goleador del Ascenso argentino “El fútbol es muy popular y te hace conocido en todos lados. Soy de Porteña, un pueblito pequeño de Córdoba, me fui a Rosario hacer Inferiores en Ñewells Old Boys, pero debuté en Primera en Argentino de Rosario, después me fui a Chile (La serena) y llegué a Morón en el 2003 hasta el 2005, me fui a Gimnasia y Esgrima de La Plata, volví a Morón, después Ferro, volví a Morón, me fui a Bolivia, después Gimnasia y Esgrima de Mendoza, Tristán Suárez y los últimos cinco años de mi carrera los jugué en Morón.

Tengo claro que al hincha lo conquistas como futbolista, por tu desempeño dentro del campo de juego, después el hincha te va conociendo y uno trató siempre de ser respetuoso, de tener los pies sobre la tierra; en el fútbol se tiene una etapa y después sigue el ser humano”.

Consultado cuál ha sido el delantero más importante que conoció, dijo “A mí siempre me gustó mucho Battistuta, un jugador muy potente, con un gran olfato goleador, a nivel Mundial tenemos nosotros un extra terrestre como Messi, pero también admiro la capacidad goleadora de Ronaldo”.

Sobre el mejor momento de su carrera, el ex jugador respondió “Me quedo con todos, la carrera del futbolista tiene muchos altibajos y de los momentos malos se aprende; he tenido rachas muy buenas, otras complicadas, de las que más he aprendido; creo por ahí pasa la inteligencia del deportista”.

Que tiene que tener un goleador, además de olfato “Obviamente que es una virtud, saberse ubicar bien en el campo de juego, tener buenos movimientos; hoy ha cambiado mucho el fútbol, al delantero se le exige mucho más en la parte física; muchas veces se escucha que suerte tuvo el delantero que quedó solo en el área, pero no pasa por suerte, se ubicó bien y quedó solo para convertir, sin duda es una virtud”.

Sobre una carrera paralela en su etapa de jugador, Akerman contó “Yo me recibí de técnico el año pasado y estoy apto para empezar a dirigir; hoy el futbolista tiene muchas más posibilidades, como entrenador, profesor físico, representante, manager en un club, director deportivo, siempre y cuando se haya preparado, hay muchas ventas abiertas. Además de entrenador estoy haciendo un curso de Asesor Deportivo”.

Cuando le preguntamos ver que hay en Chivilcoy, tantos hinchas de Morón, dijo “El hincha de Morón está en todos lados, estuve en el Sur del país y me encontré con hinchas de Morón; tengo una anécdota muy loca, cuando me fui a las Inferiores de Ñewells Old Boys en Rosario, un fin de semana voy a mi pueblo y había un muchacho que estaba arreglando una cerradura de la puerta de mi casa, me preguntó si era futbolista y me dijo, yo soy hincha del ´Gallo´, soy de Morón; en ese momento no tenía idea de lo que era Morón (tenía 15 años); imagínate para él, que sigue viviendo en Porteña, lo que es que un muchacho de su pueblo, haya logrado lo que logró con su escudo; está orgulloso y me lo cruzo cada vez que voy a mi pueblo”.

Sobre el mejor compañero que tuvo en el fútbol, dijo “Me he llevado bien con todos, por ahí por como sos, te llevás mejor con algunos, que con otros, por ejemplo tengo muy buena relación con  ´Quique´ Seccafien, ´Nico´ Ramírez, por nombras algunos, son muy similares en lo humano; nunca tuve un inconveniente con ningún compañero.

Consultado si más allá de la buena carrera que hizo en el fútbol, le quedó algo pendiente, expresó: “No, soy un convencido que cada uno tiene lo que se merece; soy un goleador histórico del club, el jugador que más veces vistió la camiseta y estoy satisfecho con lo que conseguí con el ´Gallo´.

Al preguntarle si hay descendientes que puedan seguir su carrera, respondió con una sonrisa “Tengo cuatro hijas mujeres, soy abuelo de Franchesca, que tiene tres años. Las dos hijas más grandes no hicieron ningún deporte, las dos más pequeñas hay que esperar, porque tienen 3 y un año y medio; yo tengo 43 años”.

Sobre el final Damián Akerman comentó “Es muy lindo que te inviten a este tipo de evento, venir a comer un asado, compartir con ellos es un momento muy lindo y trato de disfrutarlo a fondo como ex futbolista, como lo hice en el desarrollo de la actividad. Yo traté siempre de hacer lo mejor en un campo de juego, después el hincha tiene su preferencia.  

Damián Akerman jugó 481 partidos y marcó 160 goles. Se despidió hace un año del fútbol profesional y la gente de Morón lo despidió con lágrimas, como un gran ídolo.