¿Se va el presidente?

Desde antes de la pandemia, Martín Bastiani, había mostrado su intención de dejar la presidencia de la Liga Chivilcoyana de Fútbol; en plena etapa de pandemia no quiso abandonar el barco y siguió moviéndose con entusiasmo, hasta que en un momento comunicó que iba a seguir, que superados o no sus problemas personales, estaba dispuesto a seguir combatiendo por el fútbol local. Muchos piensan que esta decisión que va a tomar ahora, puede ser revertida como la vez anterior, pero da la sensación de que esta vez no volvería atrás.

Uno pensó que al poner en funcionamiento el comité ejecutivo –por lo que tanto bregó-, no abandonaría el cargo, porque las cosas se podían manejar de otra manera, pero parece que su objetivo era dejar más claro el terreno para quien sea elegido para reemplazarlo y a propósito de esto quiero decir que si bien nadie es irremplazable y esto está demostrado históricamente y en todos los órdenes de la vida, Martín Bastiani se va a sentir, porque más allá de virtudes y defectos, que los tiene y los ha tenido en la entidad madre, -que más que defectos es darle la razón a unos en contra de otros, usando su particular criterio, los puede hacer ver como tales-, la dedicación, el enfrentar todas las tormentas internas y externas, la preocupación, el estar en todos lados, estirando las horas, robándole a su familia momentos que no se vuelven a disfrutar porque los chicos crecen, le dan un valor extraordinario a su gestión.

Es casi lógico que el presidente quiera tomarse un descanso y digo un descanso de por lo menos un período, porque demostró que tiene alma de dirigente, que le gusta ser dirigente, más allá de la responsabilidad que impone el cargo y que tiene pasión por el fútbol, por lo que cuando recargue la batería, va a volver.

La pregunta de los representantes de los clubes es ¿ Podremos convencerlo esta vez para que siga?. La misión no parece fácil, porque es un hombre de convicciones y siempre estuvo dispuesto a desempeñar la función a full y seguramente este no sea el momento para seguir haciéndolo como se empeñó en hacerlo hasta ahora.