La restructuración del fútbol argentino

Todos o casi todos, cuando se conoció la noticia de la restructuración del fútbol argentino referido a la eliminación de las categorías Federal “C” y “B”, las que por el momento afectan a los clubes y jugadores de las Ligas, pusimos el grito en el cielo; porque muchos clubes deben volver a sus respectivas ligas, porque el esfuerzo que hicieron durante muchos años, pierde protagonismo en el contexto federal, por la cantidad de jugadores que se quedarían sin la posibilidad de ser contratados con un ingreso mejor. Pero los que visitamos el sábado Los Polvorines, acompañando a Deportivo Colón en su excursión para jugar el partido de ida del primer play off en el Torneo Federal “C”, edición 2018, nos obligamos a pensar que en alguna medida esta decisión tiene su punto a favor y pasa por dos carriles. A los clubes de la Provincia de Buenos Aires, afuera del Gran Buenos Aires, se les exige tener canchas potables, que ofrezcan seguridad, en las que se puedan disputar partidos en las mejores condiciones, donde el visitante tenga la tranquilidad de que está jugando en un estadio, tal cual lo merece esta competencia; que los equipos superen la media de una liga local, para darle jerarquía a la competencia. El sábado en Los Polvorines, cancha de Islas Malvinas, donde jugó Deportivo Colón, ninguna de las dos cosas se vio; el escenario y dicho con todo respeto, es pobrísimo desde todo punto de vista, con una cancha de escasas dimensiones, sin lugar para él público visitante, con la prensa escrita sin un lugar para ubicarse, tampoco las radios o televisión, a tal punto que la televisión local filmó en una esquina de la cancha, a ras del piso y pegado a la línea de cal, y desde lo deportivo pocas veces hemos visto que en un equipo de este nivel de competencia, un jugador juegue el primer tiempo como defensor central y en el segundo pase de nueve; esta situación y frente a la posibilidad de conseguir el empate, en algún momento del partido, cuando el scorer sea de una diferencia de un gol, un defensor puede pasar al ataque, instalarse sobre la defensa rival para conseguir el empate, pero que desde el inicio mismo de los segundos cuarenta y minutos cambie la posición –siendo defensor en su puesto habitual-, la verdad que a pesar de tantos años viendo fútbol, no lo habíamos vivido nunca. Seguimos sin estar de acuerdo con la restructuración por lo que antes mencionamos, pero hay clubes y escenarios, que no merecen jugar estas categorías.