DelOeste Art. y Sociedad de Escritores de la pcia de Buenos Aires (Filial Chivilcoy)
DelOeste Art. y SEP Filial Chivilcoy - Reseñas literarias
DelOeste Art. y Sociedad de Escritores de la Provincia (SEP) Filial Chivilcoy convocan a diversos escritores para realizar reseñas sobre libros de autores a nivel nacional.DelOeste Art. y Sociedad de Escritores de la Provincia (SEP) Filial Chivilcoy convocaron a la escritora / poeta Mirta Venezia a realizar una reseña sobre el libro "Parda" (novela) de la escritora Victoria Viola - Enero- editorial
PARDA, novela de Victoria Viola, de Enero- editorial
Esta novela PARDA, de Victoria Viola es una historia donde el protagonista es el lenguaje, poético, cuidado, cinematográfico, la narración se encripta, desdibuja, se esconde, se escamotea en las versiones y voces que la pintan, de a poquito, de a pedazos cortados a cuchillo.
La historia de Mariam es tan fuerte, dramática, imprescindible, que es preciso poner de uno, entender el retaceo, adivinar el relato, buscar la trama subterránea escondida como el oro; hay recurrencia de sentidos, sintaxis cuidada, golpes de efecto estudiados, imágenes veladas, enlutadas, recursos dispuestos con tanto oficio que uno se va adentrando hasta que no se puede salir y no se puede dejar de leer.
“Quisiera decirle que no se los llevó la corriente oscura del agua, no fue el presagio funesto en el grito del chajá, que no se perdieron en el verde mientras la noche crecía.”
Esta pluma sutil de Victoria Viola es música, latido, estocada. Se suceden con intermitencias el mal , la muerte, la ausencia, la miseria, la impotencia, la desdicha, y lo oscuro; se disipan, se van, vuelven, la historia es movimiento, espiral que va develando a cuentagotas , construyendo lo tenebroso que es real , tan devastador que es mejor expresarlo callando.
El lector se desconcierta, sumido en la ausencia de un relato lineal, que a veces se torna confuso; el lector se sobrecoge, intuye que el dolor cuando es muy alto se apoya en el silencio en lugar de decirse.
Así como había épocas en las que no podíamos hablar, ese “algo habrán hecho” sobrevuela, calla el relato y lo torna más patético aún:
“No tendrías que haber venido, Mariam ¿por qué viniste? Se llevaron a Mónica, creo que el miércoles pasado. Me dijeron que cortaron la luz y cercaron la cuadra donde vivía “
Cada capítulo es una prosa poética en sí misma, piezas oscuras de un collar que por momentos aprieta la garganta.
“Los vimos planear en el azul irreal. Nuestras siestas eran más allá del jagüel. Descansábamos desnudos entre los ceibos. Una tarde, Jens, me regaló su ínfimo aro de oro”
Marian casi no tiene tiempo de llorar, porque hay que pensar, moverse, actuar, cada pieza es una historia pequeña de sobrevivencia cotidiana, en un medio hostil, peligroso, en un medio donde hay que jugársela todos los días para sobrevivir.
Parda es una fogatita que destroza el corazón, por momentos, pero su ferocidad es tan bella que uno no puede menos que dejarse llevar hasta el final.
Mirta Venezia