DelOeste Art. Chivilcoy

Concurso de cuentos “Julio Cortázar”

Presentación de los libros de la Editorial Municipal de Chivilcoy (emch)
sábado, 2 de octubre de 2021 · 22:51

El día viernes 1 de octubre en el espacio del Teatro TRAC, se llevo a cabo la presentación de los ganadores y sus libros. Primer premio compartido "Junto a la hornalla" de Elena Isabel Garritani y, "Lo que inicia un incendio" de Diego Abragiano, mención especial "Falso amor plástico" de Sebastián Paradelo. Los jurados fueron la escritora Liria Evangelista y los escritores Luciano Olivera y Ricardo Mariño. 

El Dr. Adrian Vila, Secretario de Cultura dio comienzo al acto, anunciando las próximas actividades y, el escritor Daniel Casas Salicone se refirió a los diez años de la Editorial Municipal de Chivilcoy, recordando a quienes fueron los ganadores del primer concurso, María del Pilar Mastrantonio "Los cielos que me siguen" (poesía) - El último refugio" (cuentos), Elena Isabel Garritani "En la rueda del sol" y Gustavo Tenaglia "Mastín napolitano".       

A continuación Casas Salicone responsable de la reseña y presentación hizo mención a lo siguiente.  

Concurso Cortázar: mucho ha dicho Cortázar sobre sus procedimientos a la hora de escribir sus cuentos,  pero hay algo que dice que me resulta interesante, y es cuando habla de un “secuestro momentáneo del lector”, y me interesa porque además Cortázar utiliza palabras que me son gratas, como por ejemplo oficio, y Cortázar dice que ese oficio de cuentista, consiste, entre otras cuestiones, en lograr atrapar al lector, en lograr el clima que obliga casi a seguir leyendo y que aisla al lector de todo lo que lo rodea, para después, terminado el cuento, volver a conectarlo al lector, con sus circunstancias, de una manera nueva, enriquecida, más honda o más hermosa. Y luego agrega don Julio que la única forma en que puede conseguirse este “secuestro momentáneo” del lector es mediante un estilo basado en la intensidad y en la tensión.

Intensidad y tensión son dos cualidades que peregrinan los cuentos de Elena, Diego y Sebastián., pero esa intensidad y esa tensión que están presentes en los tres libros, están expuestas de manera diferente, y acá volvemos a otra palabra del párrafo de Cortázar, la palabra estilo, es decir hay en los tres libros lo que para Cortázar debe haber, pero expresados con tres estilos marcadamente diferentes.

  El libro de Elena Isabel Garritani se llama “Junto a la hornalla”, ustedes habrán oído hablar de la estructura del cuento, la estructura formal del cuento, por ejemplo, introducción, desarrollo o nudo, y desenlace. Bueno, en la mayoría de los relatos de Elena, esta estructura no la van a encontrar, esa estructura no está definida, no porque no esté, sino porque simplemente no está escrita, ahora eso no significa que yo lector,  pueda armar mi desarrollo y los desenlaces que necesite, miren, en el primer cuento del libro, que se llama “Tengo siete hijas”, alguien, el personaje que narra, sabe todo sobre siete mujeres, que intuimos son sus siete hijas, a partir del título, y el cuento empieza: Mi primera hija es bondadosa, por ejemplo, y sigue con una descripción minuciosa, detallada de las características personales, físicas, de raciocinio, emocionales, qué quiere para su vida, sus deseos, sus objetivos, la vocación si la hay, todo sobre su primera hija, luego continúa, Mi segunda hija… y lo mismo, y así con las siete hijas, y la última frase del cuento es,  “Estas son mis siete hijas”, es decir, uno puede, a partir de ciertas luces o pistas que hay en las descripciones ir armando lo que no está dicho. Por supuesto que lo que aparece en el libro de Elena, lo que aflora, lo que asoma casi como iluminado, es, la pulsión poética, entra el lirismo, pide permiso y se casa con la narrativa, con un resultado súper interesante. En un cuento que se llama “Después de la primera muerte ya no hay otra” hay una frase que dice: “La palabra velorio suena  linda,  roza con ilusorio, abalorio, es musical, se me cruzó por la cabeza” Y es entre ese título y esa frase en donde reside la mágica intrusión de la poesía en la narrativa.

  El libro de Diego Abragiano se llama “Lo que inicia un incendio”, y está dedicado a Raúl Barbalece, los cuentos de Diego exponen, esa intensidad y esa tensión, desde una maquinaria compositiva deslumbrante, uno se imagina al artesano, al joyero, o al que arma rompecabezas, abstraído del contexto, revisando hasta el agotamiento, acomodando cada pieza en su justo lugar, la estructura, la trama, la historia, la narración, es una demostración de inteligencia, de una máxima sagacidad puesta al servicio del texto, quizás sea en los cuentos de Diego, donde menos se siente la presencia del narrador, estar leyendo un texto y desprenderse de la idea de que alguien lo escribió, es obra del texto, es causa del texto, es virtud del texto. El habla, es cotidiana, de un sector de la sociedad, que ustedes, futuros lectores, a su debido tiempo descubrirán, pero digamos que se pueden encontrar momentos, flashes de una habla que bien nos podría recordar alguna novela de Puig. En esa maquinaria construida Diego va dejando pistas, va soltando migas de pan, con cuestiones que en apariencia primera, no serían tan importantes, pero, avanzado el texto, esa pieza, esa miga de pan que soltó con cierta displicencia antes, se convierte en fundamental para comprender lo que está ocurriendo. Esa pulcritud en el armado de la estructura, hace que casi no haya intersticio para la imaginación del lector, casi no hay hendijas, casi no hay vacíos donde poner pedazos de imaginación.

  El libro de Sebastián Paradelo se llama “Falso amor plástico”, o, podrías pensar, “Cómo conseguir la fluidez del relato”, en primer lugar, los cuentos de Sebastián son un viaje, es como si una máquina te toma y te transporta, a otro lugar y en otro tiempo, a un lugar en donde podés haber estado antes o no. En ese mismo texto que mencionábamos antes, Cortázar habla de ese oficio en el que los elementos formales y expresivos del relato, se ajusten a la índole del tema que se trata y le den su forma visual y auditiva más penetrante y original, lo que podría expresarse como el tan buscado maridaje entre la forma y el contenido, pues, en Falso amor Plástico, Sebastián lo logra con creces, el habla de los personajes de sus cuentos, sus estados de ánimos, las distintas formas de evasión de la realidad, o si se quiere, las distintas formas de creación de realidades nuevas, como respuesta a cierto hartazgo por lo que ofrece actualmente el mercado de realidades, todo eso, visual, auditivamente, sensorialmente, existe en los cuentos de Sebastián sumando a cada una de las historias para lograr lo que ansiaba Cortázar, el secuestro momentáneo del lector. Ustedes podrán tomar unidades de sentido, o sentirse atraídos por alguna, les dejo la que para mí ha sido una de las más significativas: Uno de los cuentos de Falso amor plástico lleva un epígrafe de José Sbarra, el epígrafe dice así, “Cualquier objeto de plástico dura más que un amor eterno.”, esa tensión e intensidad y dualidad, se percibe en todo el libro.

  Entonces, desde la Sec. De Cultura y Educación a cargo del Dr. Adrián Vila, tres nuevos libros de cuentos muy importantes, jerarquizando el catálogo de la Editorial Municipal, mientras transcurre el décimo año desde su creación. Felicitaciones para Elena Garritani, Diego Abragiano y Sebastián Paradelo.

                                 

                                                                                                                                                   Daniel Casas Salicone

                                                                                                                                                    Chivilcoy, 01/10/2021

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