Cerrarán la circulación de noche y limitarán los encuentros sociales desde el viernes

El Gobierno nacional prepara un nuevo decreto de necesidad y urgencia (DNU) para limitar la circulación nocturna y que limitará los encuentros sociales con el fin de moderar la curva de contagios de coronavirus, que se disparó en la última semana y tuvo un récord absoluto este martes con más de 20.000 casos.

En medio de reuniones entre representantes de Nación, Provincia y Ciudad, y contactos en simultáneo con gobernadores, la decisión se tomó tras la difusión del impactante dato: hubo 20.870 casos registrados en todo el país entre lunes y martes.

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El presidente Alberto Fernández, que sigue aislado en la quinta de Olivos con Covid-19, se mantuvo comunicado con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, que lideró la tensa reunión de la tarde de ayer entre los tres distritos en Casa de Gobierno.

El lunes a la noche el Gobierno estaba resuelto a tomar una medida de alcance nacional con restricciones fuertes a la circulación nocturna en aquellos distritos que están en “rojo” porque tienen indicadores sanitarios críticos.

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El ministro coordinador y la ministra de Salud, Carla Vizzotti, recibieron este martes en la Casa de Gobierno a autoridades porteñas y bonaerenses para ver si era posible consensuar medidas para enfrentar la segunda ola de contagios. 

Cafiero planteó la necesidad de sumar fuertes limitaciones a la circulación durante la noche en el Área Metropolitana (AMBA), pero fuentes oficiales señalaron que “aún se trabaja para consensuar el horario”: si comienza a las 22 o desde la medianoche, pero sería hasta las 6 de la mañana.

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También se analizó la posibilidad de limitar los encuentros sociales pero cualquier definición tiene que comenzar a aplicarse desde este viernes, cuando caduque el actual DNU.

El gobernador bonaerense Axel Kicillof reclama medidas más duras  durante las próximas dos semanas, como mínimo, atendiendo a la evolución de casos, mientras que Horacio Rodríguez Larreta no quiere sumar nuevas restricciones que afecten a la economía y que impliquen limitar libertades.

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Simultáneamente hubo contactos con el resto de los gobernadores del país ya que las recomendaciones que se sugieran serán de alcance nacional, para todos los departamentos que están en “rojo” porque tienen indicadores epidemiológicos alarmantes.

Según informaron las autoridades sanitarias hoy, “hace una semana había 48 departamentos con alto riesgo epidemiológico, pero hoy ya hay 85 departamentos en alto riesgo en donde habitan 25 millones de personas”.

Vizzotti: "Por el aumento acelerado de casos las próximas tres semanas son claves"

Vizzotti advirtió este martes que “la segunda ola ya es un hecho”, y dijo que son necesarias medidas “intensivas, transitorias, tempranas y localizadas geográficamente” para disminuir la circulación del coronavirus.

“Necesitamos tres semanas de un esfuerzo más grande para lograr vacunar a quien tiene más riesgo de morir”, advirtió, en un anticipo de lo que vendrá.

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“Restricciones sin dudas habrá. También más controles y más ritmo de vacunación”, dijo a La Nación una alta fuente del Gobierno.

Distancia Provincia-Ciudad. Durante la reunión en la Rosada las autoridades porteñas se diferenciaron fuertemente del planteo de la Nación y la Provincia. “No estamos de acuerdo con restringir el horario desde las 22 ni con un toque de queda”, advirtió una alta fuente porteña horas después del encuentro.

La Provincia, por su parte, con más de 10.000 casos en un día, pidió “un paquete de disposiciones fuertes por dos semanas” para terminar de vacunar a las 2.250.000 personas de riesgo que viven en el distrito.

“Pedimos medidas en tres ejes: transporte público, nocturnidad y actividades recreativas”, revelaron desde La Plata.

El principal eje de la discusión estuvo en la nocturnidad: la propuesta de la provincia es cerrar totalmente la circulación a partir de las 22, con el objetivo de acotar la vida social, el espacio de mayor relajamiento de las medidas, y la Ciudad insiste en fijar restricciones recién desde la medianoche para que los los restaurantes, bares, cafeterías y los demás locales gastronómicos tengan más margen para funcionar y no sufran un nuevo ahogo económico.

En la actualidad, en el AMBA el cierre de la actividad nocturna comienza a las 2 de la madrugada y llega a las 6 de la mañana.

La otra cuestión es el alcance de la medida: si se tratará solo del cierre de locales nocturnos o se buscará una medida más dura, como por ejemplo la prohibición total de la circulación de la población, una suerte de toque de queda aunque nadie quiere convocar a esa figura.

Más allá de la medida que el Gobierno nacional recomiende, en la Ciudad ya resolvieron que no acompañarán una medida de ese tipo ya que, por ahora, las jurisdicciones provinciales son las que las aplican y tienen potestad de reducirlas o profundizarlas.

En el distrito bonaerense reclaman medidas extremas. “No es solo cerrar a las 22 o a las 24. Hay que cortar los cumpleaños, las juntadas en las plazas, las mateadas, las clases de gimnasia multitudinarias en los parques”, señaló un colaborador estrecho de Kicillof.

Por eso, otro punto de discusión fueron las reuniones sociales, que hasta ahora se permiten para un máximo de diez personas en encuentros privados. lo que se podría limitar aún más desde el viernes.

De la reunión, además de Cafiero y Vizzotti, participaron los jefes de Gabinete de Ciudad y Provincia, Felipe Miguel y Carlos Bianco,  respectivamente; el titular de la cartera sanitaria porteña, Fernán Quirós; y el viceministro de Salud provincial, Nicolás Kreplak.

Respecto al transporte público, colectivos, subtes y trenes están reservados únicamente para personal esencial y para la comunidad educativa, pero esto no se cumple desde que en diciembre se retomó la actividad laboral en toda el área metropolitana.

Aún sabiendo que ante la actual masividad de movimientos se hace muy difícil, hubo acuerdo entre todas las jurisdicciones de profundizar los controles en los transportes.

Según la información oficial en las autopistas porteñas circulan unos 250.000 vehículos a diario, lo que representa el 97% del volumen habitual que había antes de iniciarse el aislamiento social.

En el subte, en tanto, viaja alrededor del 23% del volumen pre-pandemia, y en los trenes se realizan 690.000 viajes, poco menos de la mitad de la circulación frecuente.

Los colectivos, que realizan el 80% de los viajes que se hacen en transporte público, trasladan casi seis millones de pasajeros, el 63% de los que transportaban poco más de un año atrás.

En lo que hay consenso en las tres jurisdicciones es que es necesario aumentar los controles para hacer que las restricciones vigentes (aforos, permisos y protocolos) se cumplan de forma efectiva.

También en no afectar las actividades comerciales y productivas y en sostener la presencialidad educativa: un combo hasta aquí muy difícil de articular.

Fuente: Gaceta Mercantil.