Del Caño y Randazzo, dos que quieren saltar la grieta para llegar al Congreso

Más allá de la polarización del Frente de Todos y de Juntos, dos espacios que buscan llegar al Congreso con sus representantes y, principalmente, buscan conseguir parte de esos votos en el Gobierno, son el Frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad que terminó en las PASO en tercer lugar con el 4,99% de los sufragios y Vamos con Vos, de Florencio Randazzo, que sacó 3,64%.

Con un electorado diferente, la izquierda algo más fiel y el randazzismo aún en formación, ambos espacios buscaron tras el comicio de septiembre seducir a los bonaerenses para poder quedarse con alguna banca. De hecho, la lista que postula a Nicolás del Caño, de repetir resultados, podría conseguir dos espacios, mientras que el ex ministro kirchnerista deberá mejorar su performance.

Del Caño, nacido en Córdoba en 1980 aunque hizo parte de su carrera política desde Mendoza, fue dos veces candidato a presidente y renunció a la diputación este año, por la rotación de bancas y en su lugar asumió Mónica Schlotthauer.

Con la proclama de “romper con el Fondo Monetario Internacional” y no pagar la deuda como una de las principales banderas, Del Caño buscó durante la campaña “seducir” a un votante peronista de izquierda o al kirchnerismo desencantado. Es por eso que prometió trabajar en unificar y centralizar el sistema de salud, garantizar los servicios públicos esenciales y el “aumento inmediato de salarios y jubilaciones”.

También, este dirigente que supo trabajar como vendedor de ropa y en un call center, desde su plataforma reclama “que los funcionarios cobren como una maestra”, eliminar el IVA de la canasta familiar, anular la reforma previsional y que “el aumento del haber mínimo cubra la canasta de los jubilados”.

En tanto, Randazzo buscará mejorar algunos puntos ya en las PASO no pudo convertirse en lo que buscaba: ser el nuevo referente de una tercera fuerza política entre las dos principales coaliciones, el Frente de Todos y Juntos por el Cambio.

Acompañado por la empresaria industrial Carolina Castro y el exintendente de General Pueyrredón, Gustavo Pulti, el exministro del Interior y Transporte, al igual que la izquierda, sabe que para mejorar su performance deberá seducir al votante del Gobierno decepcionado.

Haciendo hincapié en el trabajo y la necesidad de salir de la política de planes sociales, este dirigente de 58 años que formó parte del Gobierno bonaerense de Felipe Solá y del nacional con Cristina Fernández, tiene una parada muy complicada para conseguir una banca. Dependerá, en parte, de no quedar atrapado otra vez en la grieta, algo que a esta altura parece muy difícil de conseguir. (DIB) FD