Los senadores del PJ no avalarán el nuevo pedido de desafuero de CFK
Como en el pasado, y más aún con el nuevo mapa político, los peronistas de todas las vertientes no darán cabida al pedido del juez Bonadio.
Los senadores peronistas de las distintas vertientes no avalarán el nuevo pedido de desafuero de la senadora nacional Cristina Kirchner solicitado este viernes por el juez federal Claudio Bonadio, quien envió a juicio oral un tramo de la causa de los llamados "cuadernos de las coimas".
El jefe de la bancada peronista, Carlos Caserio, adelantó a La Nación que no aprobarán quitarle los fueros mientras que Miguel Ángel Pichetto, compañero de fórmula de Mauricio Macri, ratificó a través de su vocero su posición de que la prisión preventiva es "excepcionalísima en la etapa de instrucción", por lo que no procede esa medida.
En el nuevo mapa político tras las PASO, la alianza oficialista tampoco prevé llevar el tema al recinto, al menos en lo inmediato, habida cuenta de que dispone de solo 25 legisladores de un total de 72 y se necesitan los dos tercios para habilitar el tratamiento.
Anoche, Caserio, en comunicación telefónica con LN+, dijo que en el bloque "hay unanimidad de criterio, tomamos la decisión en otras solicitudes y lo vamos a mantener, no vamos a acompañar el desafuero". Y advirtió que "la elevación a juicio (oral) no significa que una persona tenga pruebas de culpabilidad, hasta que no haya una definición de la Justicia, no tiene sentido. Estoy en contra de las detenciones arbitrarias, más allá de que sea senadora o no", insistió.
En noviembre del año pasado, el oficialismo no consiguió quórum para debatir el primer pedido de desafuero que Bonadio había ingresado un año antes, cuando procesó a la expresidenta con prisión preventiva por el memorándum con Irán vinculado al atentado a la AMIA.
Aquella vez no bajaron a la sesión los senadores del Frente para la Victoria, del PJ y de otros espacios opositores, como Fernando "Pino" Solanas, de Proyecto Sur.
Ahora, con las elecciones del 27 de octubre a la vuelta de la esquina y con un Congreso prácticamente paralizado (el Senado sesionó dos veces después de las primarias), difícilmente Cambiemos intente llevar el tema a debate. Por un lado, para evitar debates que generen más incertidumbre y agiten más la economía y, por el otro, quedaría en evidencia la contradicción sobre el tema particular del desafuero con Pichetto, uno de los dirigentes más activos en la campaña electoral.
Incluso en esta oportunidad la alianza oficialista puede aferrarse al razonamiento al que apeló el año pasado el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo. "En el interbloque Cambiemos fijamos una posición para todos los casos similares: no acceder al pedido de desafuero de un juez de primera instancia, pero sí hacerlo cuando la prisión preventiva fuera confirmada por la Cámara".
Los voceros del senador ríonegrino remarcaron que "ya fue muy claro en reiteradas oportunidades" respecto de lo que piensa sobre el tema. "Siempre dijo lo mismo", enfatizaron.
Pichetto, cada vez que tocó la cuestión, sostuvo que no apoya los desafueros por prisión preventiva porque "no hay sentencia definitiva ni se ha definido la responsabilidad penal sobre los hechos. Cuando la hubiere, se procederá al desafuero. Entendemos que debe realizarse el juicio oral con sentencia firme para avanzar".
Cristina Kirchner es la principal investigada en la causa de los cuadernos de las coimas por estar sospechada de haber cobrado coimas y de haber montado la estructura para hacerse del dinero obtenido en forma ilegal por los empresarios de la construcción.
Cuando la expresidenta fue procesada en septiembre de 2018, Pichetto aclaró que su rechazo al desafuero no era una postura "personal", sino que era "la voz de los gobernadores y senadores peronistas".
En esta oportunidad Pinedo se excusó de hacer comentarios sobre el pedido de Bonadio. La reconfiguración del mapa político argentino marca que para Cambiemos es imposible alcanzar los dos tercios en el Senado para habilitar el debate porque cuenta con 25 legisladores.
La tiene todavía más complicada que en 2018 por el acercamiento entre kirchneristas y el PJ que derivó en la candidatura presidencial de Alberto Fernández por el Frente de Todos.
FUENTE: Gaceta Mercantil