Santiago bajo fuego: Piñera declara emergencia por disturbios e interviene el Ejército
El Presidente tomó la drástica luego de varios días de enfrentamientos entre manifestantes y los Carabineros. El aumento del boleto disparó la crisis.
Santiago, la capital chilena, vivió un viernes de furia con incendios, saqueos y enfrentamientos entre manifestantes y los Carabineros en una masiva protesta contra el aumento del precio del boleto subte, tras lo cual esta madrugada el gobierno de Sebastian Piñera declaró el estado de emergencia y militarizó la ciudad.
El presidente chileno designó al general de división Javier Iturriaga del Campo como jefe de la defensa nacional a cargo del operativo represivo, mientras la ciudad está sumida en el caos y sin servicio de subterráneo al menos hasta el domingo.
La jornada de protestas se agravó en la noche del viernes y la madrugada de hoy, sábado, cuando los manifestantes encendieron barricadas en las entradas de varias estaciones del subte, varias de las cuales quedaron completamente destruidas. Las imágenes remedan otras similares de Barcelona, la capital de Cataluña, atravesada esta semana por enfrentamientos parecidos aunque por otras razones.
También se registraron ataques a vehículos policiales y al menos 16 colectivos de transporte público fueron incendiados, en tanto que la Policía informó de al menos 180 detenidos y 57 policías heridos.
"El objetivo de este estado de emergencia es muy simple pero muy profundo: asegurar el orden público y la tranquilidad de los habitantes de Santiago", afirmó Piñera, pasada la medianoche.
El estado de emergencia rige inicialmente por quince días y restringe la libertad de locomoción y reunión, por lo que la Asociación Nacional de Fútbol suspendió la fecha que iba a jugarse este fin de semana.
Sin muchas señales previas, salvo algunas protestas estudiantiles, el gobierno de Piñera, que pocos días antes había dicho que Chile era una especie de "oasis" en la región, por su estabilidad política y económica, quedó enfrentado a la mayor jornada de protestas masivas en varias décadas, que se iniciaron por el alza de 800 a 830 pesos en el valor del pasaje en horario pico del Subte de Santiago, pero que revelan un descontento mayor en la sociedad.
Durante la jornada se produjeron amplios destrozos en el interior de varias estaciones en mobiliario, techos, puertas y vidrios, entre otras cosas.
Los desórdenes y actos vandálicos se extendieron desde el centro de Santiago a varias comunas de la periferia, donde los manifestantes, ya no sólo estudiantes secundarios, atacaron las entradas de las estaciones, quemaron basura e iniciaron una ruidosa y prolongada protesta golpeando rejas y lanzando piedras. Luego de un par de horas la Policía, que los reprimía, en algunas áreas se retiró.
En medio de la creciente tensión por las protestas,y unas horas antes de que Piñera declarara el estado de emergencia, se sumó a la noche de descontrol el incendio de un edificio corporativo de una distribuidora eléctrica. La empresa Enel, ubicada en pleno centro de la capital, confirmó que el fuego fue intencional.
El incendio comenzó después de que el edificio fuera atacado por desconocidos, señaló un comunicado, lo que obligó a retirar a los 40 empleados que permanecían en el lugar.
Algunas escaleras y oficinas de los pisos superiores se quemaron, precisó Gabriel Huerta, comandante de los Bomberos de Santiago.
FUENTE: Gaceta Mercantil