Política

Cuadernos: Wagner declaró como arrepentido y dos empresarios reconocieron coimas

Wagner es dueño de la constructora Esuco, y durante el kirchnerismo comandó la Cámara Argentina de la Construcción, apuntada por varios funcionarios y dirigentes por "cartelizar" la obra pública para repartirse las licitaciones del Estado.
viernes, 10 de agosto de 2018 · 19:20

El expresidente de la Cámara de la Construcción, Carlos Wagner, quedó a un paso de convertirse en un nuevo arrepentido en la causa de los "Cuadernos de la corrupción", luego de llegar a un acuerdo con el fiscal Carlos Stornelli, que debe ser ratificado por el juez Claudio Bonadío. En tanto, Aldo Roggio también pidió ser aceptado bajo la misma figura, mientras que el director de Techint, Luis Betnaza; y el empresario Hugo Eurnekian, reconocieron pagos al exfuncionario Roberto Baratta.

Según se informó, Wagner declaró durante más de cuatro horas ante Stornelli, quien con los elementos que le entregó el empresario aceptó incorporarlo a la causa como "imputado colaborador". Ahora el juez Bonadío deberá homologar ese acuerdo, tras valorar las pruebas aportadas por el empresario.

Según trascendió, el empresario detenido el miércoles pasado se sumó a la estrategia general: dijo que fue presionado por Baratta para realizar aportes a la campaña del kirchnerismo en 2013 y 2015, y negó que el dinero entregado en bolsos fuera un "retorno" por la adjudicación de obras.

Si Bonadio homologa ese acuerdo, Wagner será el sexto empresario "arrepentido": ya se habían acogido al beneficio Ángelo Calcaterra (exdueño de Iecsa y primo del Presidente Mauricio Macri), Javier Sánchez Caballero (exCEO de Iecsa), Armando Loson (Albanesi), Juan Carlos De Goycochea (exIsolux) y Héctor Zabaleta (exdirector de Techint).

La causa ya suma 16 detenidos y se inició a partir de las anotaciones de Oscar Centeno, chofer de Baratta cuando este se desempeñaba como funcionario en el Ministerio de Planificación Federal. Según las anotaciones, Baratta y varios colaboradores de la cartera que conducía Julio De Vido movieron durante una década cerca de 200 millones de dólares que cobraban de empresarios y luego trasladaban a diferentes puntos de la Ciudad de Buenos Aires, todos vinculados a Néstor y Cristina Kirchner.

Tras conocerse el contenido de los cuadernos, 23 empresas quedaron investigadas en el expediente por asociación ilícita y la AFIP inició una investigación por presunta evasión fiscal y lavado de activos.

En tanto, el empresario Aldo Roggio, dueño de la constructora que lleva su apellido, se presentó hoy en Comodoro Py y pidió ser aceptado como arrepentido.

El empresario quedó imputado como partícipe necesario de la asociación ilícita que revelan los escritos de Centeno, y en ese marco había sido convocado a declarar el martes próximo. Sin embargo, su presencia hoy en Tribunales podría acelerar el proceso y también quedaría incluido como "imputado colaborador".

 

Más confesiones

El director de Techint, Luis Betnaza, reconoció hoy ante Bonadío que realizó pagos a funcionarios kirchneristas para destrabar gestiones en Venezuela, de la firma Sidor S.A., empresa del holding. En ese sentido, aclaró que ese dinero "no estuvo vinculado" a contratos de obras públicas en la Argentina.

"Nunca pusimos dinero para obra pública", sostuvo Betnaza en un breve diálogo con la prensa tras su indagatoria. El empresario sostuvo que los pagos mensuales de Techint para funcionarios kirchneristas se realizaron por "una necesidad que estábamos viviendo en Venezuela en ese momento y fue la contribución que hicimos para que eso se resolviera". Y aseguró que se abonaron cuotas mensuales de 100 mil dólares.

En tanto, uno de los herederos de Eduardo Eurnekian se presentó hoy en los tribunales federales de Comodoro Py y admitió que entregó bolsos con dinero al menos en dos ocasiones a Roberto Baratta.

Eduardo Hugo Antranik Eurnekian aparece en los cuadernos de Centeno por la dirección que el chofer anotó, que pertenecen a la Corporación América.

El empresario entregó un escrito con sus primeras explicaciones sobre lo ocurrido, en particular, durante 2013. Afirmó que entregó dinero para la campaña electoral del kirchnerismo y buscó despegar a su tío, el dueño del conglomerado de empresas.

Según los cuadernos y la posterior declaración como arrepentido de Centeno, tanto Baratta como su asistente, Nelson Lazarte, se reunieron con "hijos" del banquero Jorge Brito para retirar bolsos. Pero todos los indicios marcan que el chofer se equivocó de nombre y lazo familiar y aludió, en realidad, al sobrino de Eurnekian. (DIB) JG

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