Los comercios de hoy y de siempre

lunes, 22 de octubre de 2007 · 00:00

Los bruscos vaivenes económicos del país han ido dejando en el camino a muchos, se abrieron y cerraron muchas puertas, pero algunos, aunque ya no estén, han dejado una profunda huella en la memoria de los chivilcoyanos; otros siguieron en pie, soportando estoicamente los distintos avatares que les ha planteado la historia del país y de su ciudad y defendieron como pudieron lo que soñaron al momento de iniciar sus actividades, aguzando la imaginación, ganando y perdiendo, cambiando, en definitiva, sobreviviendo.

En Chivilcoy existen comercios e industrias con muchísima tradición, que tienen más de un siglo de vida, otros que están próximos a cumplir su primer centenario, y muchos, que están transitando sus primeros pasos

Grandes y pequeñas tiendas, supermercados, centros comerciales, pequeños mercados, perfumerías, panaderías y confiterías, ferreterías, casas de repuestos, agencias de automóviles, kioscos, despensas, y otros rubros, que están distribuidos por todo Chivilcoy, que fueron conformando también la identidad e idiosincrasia de cada barrio.

Lo mismo ocurre con sus industrias. Algunas de ellas iniciaron sus actividades en los últimos años del siglo XIX, y acompañaron el crecimiento, los cambios, la cultura y el desarrollo de la ciudad.

Coincidiendo con el crecimiento poblacional de la ciudad, la llegada de los inmigrantes, que se establecieron con sus costumbres, sus oficios y sus tradiciones, también fueron apareciendo los emprendimientos industriales y comerciales, y Chivilcoy fue creciendo por su empuje.


Recordar a todos sería descabellado y seguramente, se incurriría en graves y lamentables olvidos, pero queremos mencionar a algunos, por su impacto, trayectoria y características:

Varias son las empresas y comercios chivilcoyanos que iniciaron sus actividades en los comienzos mismos de la historia local y que hoy siguen funcionando como Suárezereal, que abrió sus puertas en 1886, Molinos Cánepa, el 16 de septiembre 1887, dos empresas que fueron y son dos claros reflejos del importante movimiento del agro en la zona. Tanto Cánepa como Martelletti Hnos., y García Brisky y Santamaría, pasaron a la elaboración de harinas de prestigio en todo el país. También a fines del siglo iniciaron sus actividades la Panadería El Aguila y Confitería Vallerga (1883), que siguen hoy deleitando con sus productos a los chivilcoyanos.

Otros comercios con historia, y siguen hoy en plena vigencia, son Ferretería Garaventa, que comenzó sus actividades en 1922, la tradicional Tienda San Jorge (1916) emplazada en el corazón del Barrio Mitre, propiedad de la familia Yapor; la Farmacia Homar (década del ’20); Casa Poggio, comercio de venta y fabricación de muebles de caña, también en la década del ’20, que después de pasar por distintos lugares, se radicó definitivamente en la esquina de la avenida Sarmiento y Ayacucho, que en la década del '70 y '80, junto a otras firmas chivilcoyanas, revolucionaron la explotación de la caña en el sur de nuestro país; Bicicletería Ravera, de 1928; Comercial Ramón Marrone, Bicicletería Amándola, Librería Ortelli y tienda La Princesita, de la década de 1930; el taller y venta de motos de Calandrino, de 1933. En la década del 40, abrieron sus puertas, entre otros, Bicicletería Cavagnaro, la casa de ropa Atila (que comenzó en 1946 como Sastrería Giuliano); Relojería y Joyería Dólera (1948).

En la década del 50, abrió sus puertas la casa de música y venta de artículos para el hogar de José Noe Marini, que hoy sigue incorporando novedades para sus clientes; en 1961, la casa de venta de indumentaria Ritmo, que sigue marcando, al igual que Atila, la actualidad de la moda en indumentaria; en 1962 comenzó su actividad Eduardo Rubbo Repuestos y también Vol-Ser, en 1963, una casa de electrodomésticos.

Es importante recordar aquellos comercios que ya no están pero que fueron una parte importante de esta comunidad como Casa Boo, Casa Galli, Aduriz Superama, Rodríguez Barros Blanco y Negro, Casa y Agromotor Villafañe, La Bola de Nieve, Pizzería Lafrosia, entre otros inolvidables lugares, que marcaron una época en la moda y en el gusto de los chivilcoyanos.

También otros comercios que impusieron su sello en distintos rubros y que todavía lo siguen haciendo, como la casa de música de Derlis Herbón, la fábrica de artículos galvanizados Antonio Hnos., la fábrica de bombas de agua para automotores Chivilcoy Bombas; la tradicional esquina de la cafetería La Perla del Oeste; el imponente local comercial de venta de materiales para la construcción de Larrang S.A.C.I.F.I.A., convertida hoy en un referente obligado a la hora de levantar y vestir una casa; la fábrica dedicada a cigüeñales Nitruración Chivilcoy; Comercios Lahuirat, la carpintería y fábrica de cortinas enrrollables de José Luis Basilico, Sodería Odonne; Adolfo H. Lagomarsino, Ferretería Savona; las empresas gráficas Fígaro y Litografía Offset.

También se pueden mencionar empresas como Productos Amanecer, elaboradora de productos de copetín y la fábrica de pastas HRG, que han trascendido las fronteras de Chivilcoy.

En cuanto a las joyerías y relojerías no se puede dejar de mencionar las de Ovidio Tufilaro, José D'Ambrosio, Antonio Maniscalco, Relojería Márquez, Ricardo Albano; en maderas y aglomerados Galland Hnos. y Brandt Maderas; o panaderías como La Vienesa, La Poca Pinta, Sol de Mayo, entre otras.

Chivilcoy cuenta además con una larga tradición en el rubro metalúrgico, que además de las grandes empresas de proyección nacional e internacional, se encuentran, metalúrgica

En polirrubros, existen comercios con mucha historia y otros con menos años de vida pero con una fuerte inserción en el mercado local, como es Va Bene, de Carlos Tomasini y Kassy al Kosto.

En materia gastronómica, existen restaurantes con una prolongada trayectoria local, como Moulin Rouge, Sincoy o Don Pedrín.

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