Granos gruesos
Almacenamiento seguro, inocuo y de calidad en los silos bolsas
El exceso de humedad de la última campaña plantea un desafío para el guardado de la cosecha. Sin las prácticas de manejo recomendadas, las micotoxinas podrían afectar los granos e impactar en el resto de la cadena. Cómo reducir el daño y evitar pérdidas.
Las intensas
lluvias registradas en la campaña 2016-2017 podrían dificultar el
almacenamiento seguro de los granos. Para evitar su deterioro y el desarrollo
de micotoxinas debido al exceso de humedad con el que se cosecharon, técnicos
del INTA brindan recomendaciones sobre qué prácticas tener en cuenta para
reducir el daño, evitar pérdidas y asegurar la calidad e inocuidad de los
granos.
Rubén Roskopf,
especialista en poscosecha de cereales y oleaginosas del INTA Pergamino-Buenos
Aires–, señaló que "el desarrollo de micotoxinas en granos almacenados tanto en
silos convencionales como en silobolsas, muchas veces tiene que ver con el
exceso de humedad durante la última etapa del cultivo y la cosecha”.
Para evitar
pérdidas, la principal herramienta para minimizar el desarrollo de micotoxinas
es el almacenamiento de los granos secos, por debajo de la humedad de recibo y
a baja temperatura.
De todos modos,
existen factores que facilitan la entrada o desarrollo de los hongos generando
focos de contaminación, como el daño que producen algunos insectos en el tejido
de los granos o la presencia de granos quebrados, debido a que "son de fácil
colonización para los hongos e insectos”, indicó Leandro Cardoso, especialista
del INTA, quien además recomendó: "Mantenerlos enteros, sin roturas visibles o
fisuras para minimizar la contaminación con micotoxinas”.
En el caso del
daño provocado por los insectos, Juliana Iglesias –especialista en cultivos de
Pergamino– recomendó: "El uso de variedades Bt, o con resistencia a insectos,
sumado a medidas de manejo integrado de plagas para reducir el perjuicio y los
niveles de contaminación”.
Los tratamientos
con fungicidas reducen la presencia de hongos en los granos y en las espigas de
algunos cultivos, como los cereales de invierno, aunque no son tan efectivos en
otros, como el maíz.
Por su parte,
Daniel Presello –del INTA Pergamino– señaló que "la eficiencia de las
aplicaciones puede mejorarse si se administran en los momentos de mayor
probabilidad de ocurrencia de infecciones”, y agregó: "Existen sistemas de
pronósticos muy precisos, como el que desarrolló el INTA para alertar sobre la
ocurrencia de fusariosis de la espiga de trigo, que ayudan en la prevención e
indican si es necesaria la aplicación de fungicidas”.
Una vez que se
confirma la presencia de micotoxinas en un lote de granos, la única medida
natural para contrarrestar su efecto, sin el agregado de químicos, es
"mezclarlos con distintas partidas para reducir el promedio de contaminación de
todo el granel”, expresó Roskopf.
Por otro lado, si
el grano ya se guardó en el silo la recomendación es hacer el ‘descorazonado’.
Se trata de una técnica que consiste en extraer el 3 % del silo lleno. De esta
manera, se elimina la columna central en la que normalmente se concentra el
material fino que entorpece el paso del aire, facilita el desarrollo de
insectos, hongos y producción de toxinas. "El grano descargado puede ser pasado
por la limpieza y regresado al silo o enviado para la venta, pero nunca se debe
recircular”, aseguró Roskopf.
Para el caso del
almacenamiento en silobolsa es fundamental mantener la hermeticidad y que el
llenado sea uniforme para evitar sectores con aire en la bolsa sin perder de vista
el límite de estiramiento del plástico. "Nunca confeccionar la bolsa
directamente sobre el rastrojo, armarla en lotes altos para evitar los
anegamientos luego de una lluvia torrencial y, en caso de rotura, repararla
inmediatamente”, resumió Cardoso.