Ahora, la accesibilidad

La Oficina de Coordinación del Desarrollo de las Naciones Unidas calcula que las personas con discapacidad representan el 15% de la población mundial.

Para el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), en Chivilcoy, viven 70.765 habitantes. Dentro de esta línea, en nuestra ciudad existirían 10.615 personas con alguna discapacidad aproximadamente.

Las personas con discapacidad, están consideradas la "minoría más amplia del mundo", implicando esa circunstancia, tener menos oportunidades económicas, peor acceso a la educación y con tasas de pobreza alta.

Ninguna duda se tiene que la falta de servicios por parte de los Estados responsables para facilitarle la vida (como acceso a la información, al transporte o a su propia deambulación) y;  considerando que esta población tienen menos recursos para defender sus derechos, son enormes obstáculos cotidianos que se le presentan y acrecientan la discriminación social.

Comprendamos que de las 10.615 personas con alguna discapacidad en Chivilcoy, diariamente se enfrentan a la discriminación por factores físicos y también morales. Se enfrentan a la estigmatización como barreras que les impiden participar en la sociedad en igualdad de condiciones con el resto de los habitantes.

La accesibilidad y la integración de las personas con discapacidad en nuestra ciudad, son temas fundamentales y aún pendientes. Ello, para promover una sociedad inclusiva y equitativa.

Los que me conocen, saben que deambulo con silla de ruedas por Chivilcoy como muchos otros vecinos en la misma situación. También, me ven en muchas ocasiones transitar por la calle cuando debería hacerlo por la vereda y eso simplemente responde a que no tenemos una ciudad accesible. El mal estado de las veredas, el mal uso de las mismas con estacionamiento de vehículos sobre ellas y sin dejar el mínimo espacio para que transite el peatón, la carencia de rampas en las esquinas entre otras dificultades, provocan el aislamiento de la persona con discapacidad.

La accesibilidad física indica garantizar que las personas con discapacidad puedan moverse de manera segura y sin obstáculos en espacios públicos, edificios, transporte público, calles, aceras, parques, etc. Esto incluye la instalación de rampas, ascensores, pasamanos, señalización táctil, entre otras medidas.

Siempre mirando al futuro, tenemos el compromiso existencial de trabajar para lograr una ciudad accesible, aquella que soñamos y que nos permita desarrollarnos humanamente.

Hoy, la decisión política está en manos de los actuales votantes que en conocimiento de la problemática, tienen la oportunidad de votar a aquellos que no los engañen, porque la ciudad inaccesible, la sufren -todos los días- la persona discapacitada y sus familiares.