Por Diego Manusovich
Unión y persistencia
¿Qué? ¿Acaso creíamos que 12 años de esclarecimiento colectivo iban a ser suficientes para sensibilizar a todos? Los argentinos somos un revuelto humano que aún conserva las mismas dicotomías del fondo de los tiempos. ¿Acaso creímos que aquella chusma que golpeaba la puerta de los cuarteles se había extinguido? Hoy son muchos los que piensan que la escuela no debe hablar de desapariciones ni asumir debates políticos. Hay aún muchos compatriotas que creen que Santiago Maldonado “algo habrá hecho” y que en todo caso “la Gendarmería habrá actuado porque el tipo era un revoltoso”.
Así, como suena, nos da arcadas. Pero hay que asumirlo. La historia de nuestros peores vejámenes sociales, económicos y políticos nos tuvo divididos en torno a una grieta amarga. Los que soñamos con derechos, soberanía, libertad y equidad versus aquellos que sucumben a los mandos del poder fáctico y la violencia social como modo de convivencia.
Como aprendimos a desenmascarar a los medios de comunicación en su clave de intereses de dominación y poder, también debemos asumir que una vasta parte de nuestra ciudadanía tiene valores putrefactos para el bien común. ¿Entonces? ¿Vamos a llorar por el luto de una comunidad que no puede consolidar una única visión de futuro? ¿Vamos a dejar de escribir y pregonar nuestros valores humanos para hibernar haciendo horóscopos chinos o pintar mandalas?
No, asumir sólo nos tonifica más. Entender nos permite reordenar nuestras energías para ponerlas al servicio de las palabras y las cosas. La grieta sólo puede cerrarse cuando humanicemos amorosamente a ese argentino que eligió el camino del egoísmo de clase. La grieta sólo puede saldarse con una comunión de valores sagrados en donde TODOS estemos a bordo y ningún argentino sufra.
Mientras tanto, debemos confiar en nuestra ideas y valores, en nuestros héroes universales que dieron su vida por el bien común y dejar de lado todas las banales diferencias que nos atomizan. Acaso ¿no es el mejor triunfo de la derecha que las fuerzas políticas del amplio campo nacional y popular hayamos sacado un 65% de los votos bonaerenses pero si hubiésemos ido todos juntos?
Ayer la marcha local por el reclamo de aparición con vida de Santiago, fue un espejo grotesco que combinó la mejor tradición de nuestras movilizaciones, pero reveló una trampa vil en el que el poder fáctico nos ha metido. Todos juntos pero votando todos separados. La vendita “heterogeneidad”, las renombradas “identidades” y “múltiples interpretaciones” de la realidad de nuestro país, hizo y hace que hayamos formado partidos y agrupaciones y colectivos disgregados. No amigos, todo eso es una ciénaga evidente en donde la derecha nos colocó y se regocija. Todos tenemos que ir juntos. no puede ser que primen esos genes que todos tenemos dentro, pero que nos separan por diferencias que nada tienen que ver con la contundencia de nuestro deterioro como país. Hay que darle batalla al peor mal de males. Hay que luchar denodadamente contra el peor virus social de todos: la idea de que tenemos que conservar nuestras diferencias. Noooooo.
La trampa mortal es buscar todo el tiempo dividirnos dentro del amplio campo nacional y popular. Mientras nosotros nos regodeamos en un maremoto de pequeñeces y diferencias, ellos saquean impunemente nuestra Argentina.
Seguimos resistiendo.