Docencia al 20 porciento

Dicen que la masa de arrepentidos llega al 20%. Los especialistas dicen que el 20% de los que votaron a Macri no lo volverían a hacer si hoy fueran nuevamente aquellas elecciones de 2015.

Entonces, si casi el 50% vimos perfectamente quién iba de candidato a ocupar el sillón de la rosada, ¿cómo es posible que ese 20% lo haya votado de todos modos?

Es así, hay una gran cantidad de electores que no terminan de reconocer un gato de una libre, una pera de una manzana, un lobo disfrazado de cordero.

Los que estamos preocupados por la sociedad, la economía, las relaciones del poder, el sistema que administra cultura, educación y distribución de dones y vejámenes; sabemos qué representa en la historia esta concepción del neoliberalismo de derecha.

Nos preocupamos por leer entre líneas, nos "formamos” leyendo entre líneas para poder desnudar las reales tramas del poder que acechan detrás de cada voluntad humana. La Democracia es un sistema razonable si tiene por debajo electores y representantes previsibles. Digámoslo así: ¿qué diferencia a Trump de Macri? ¿Qué identidad electoral dio como resultado que gane uno u otro?

Trump es legítimo y verdadero. Es un bravucón americano que cree en el trabajo y en el mercado interno, pero también es un xenófobo declarado. No mintió nunca. No miente ahora. A lo sumo hoy encuentra las resistencias obvias en un parlamento polarizado.

En cambio Macri mintió. No mintió para casi el 50% que lo conocíamos de siempre y lo "escaneamos” entre líneas con todos sus tics de derecha. Mintió para ese 20% que hoy está arrepentido de haberlo votado. El tipo decía "que nadie iba a perder su trabajo” "que lo más importante era cuidar a nuestros docentes y su respeto social” "que se venía una nueva era con gobernantes transparentes” "que lo prioritario era cuidar el mercado interno y el salario” etc. y nada de esto cumplió en su gobierno. El típico gobernante mentiroso en un país latinoamericano del tercer mundo. En otras latitudes sería impensable que un elegido del pueblo pueda traicionar sus dichos de campaña.

Entonces, algo tenemos que hacer como sociedad para fortalecer este sistema de convivencia llamado Democracia. No puede ser que, con lo que nos ha costado volver a poner de pie, ahora venga este mentiroso (que gano con menos del 2%) a destruir con total impunidad.

Algo tenemos que hacer para proteger a ese 20% de ciudadanos frágiles que se mueven con el mismo capricho con el que uno elige qué color de remera ponerse cada día.

Nada podremos hacer con el restante 30% de ciudadanos que no cree en nuestras visiones de mundo. Esos argentinos están del otro lado de nuestras convicciones sociales, políticas y económicas y nos separan "matrices de enfoque” diametralmente opuestas. No me preocupan ellos (en realidad sí me preocupa que no tengan sensibilidad social para pensar en el conjunto como un todo que merece el desarrollo) lo que me preocupa son ese 20% frágil que puede, como tortolitos, masticar vidrio con total alegría.

Por eso tenemos que cambiar y mejorar nuestra Constitución incluyendo claramente cláusulas antimentira y antitraición como alguno de los elementales puntos que pueden impedir, en el futuro, que los lobos entren disfrazados al corral.

También tenemos que trabajar con amor y esfuerzo pedagógico enseñándole a esos argentinos volátiles que no todo es lo mismo. Si para alguien todo es lo mismo, puede engañarlo fácilmente un ilusionista o un brigadier.

Seguimos resistiendo.-

P.D. 1: El 2 x 1 de la Corte Suprema de Justicia a delitos de lesa humanidad es parte del mismo problema. Nuestros representantes del senado fueron quienes aprobaron los pliegos de los dos jueces impresentables del macrismo que en principio quisieron entrar por la ventana.

P.D. 2: Mi novela-saga El Pedagogo está disponible en Adagio. "Nace un héroe político” y "El caso del fin del mundo” se llaman los primeros dos libros. ¡Espero tus comentarios!