Ciudad Juárez

Cada domingo trato de escribir sobre la destrucción que el gobierno macrista nos está propinando. Es como un acto catártico para no envenenarme con el dolor de un país que se desgaja.

Pero hoy quiero hablar sobre nuestra ciudad y empezar esta columna con una afirmación muy simple: Existen muchas localidades como la nuestra en donde no hay policías en la calle ni móviles patrullando todo el tiempo.

Como los gobiernos anteriores tenían compulsión por la hormigonera para cementar calles, plazas, cunetas, etc; el actual tiene el fetiche de los móviles policiales y los agentes uniformados.

¿Qué destino, no? Cada representante le da "su toque TOC” a la gestión y no hay nada que pueda ayudarlos a reflexionar. A las administraciones anteriores les dijimos hasta el cansancio "Ojo que pensar únicamente en hacer cosas materiales por los ciudadanos es materializar el vínculo. ¿Y los laboratorios para enseñar ciencias en las escuelas? ¿Y el desarrollo de una cultura cooperativa y productiva para jóvenes? ¿Y el fortalecimiento de manifestaciones culturales en los barrios y en la periferia?”

Cri cri cri…

Ahora podríamos decir: "Ojo que poner un policía por cuadra o un patrullero cada 10 lo único que hace es mostrar y profundizar nuestro fracaso social amén de que los delitos van a seguir produciéndose porque siempre (obviamente) se llega con el hecho consumado. Y mientras la ciudad bulle de luces azules parpadeantes como si estuviéramos en Ciudad Juárez, no hay ni siquiera sendas peatonales pintadas en las inmediaciones de las escuelas de la ciudad. Prácticamente no hay carteles educativos en las calles ni un plan serio de formación en las escuelas sobre nuestras convivencias viales”

Franetovich, Pitelli, Speranza, Britos…, líderes sociales que han elegido rodearse (con contadísisisisisimas excepciones) de gente plagada de buena voluntad pero lejos del conocimiento formal y la experiencia en el manejo de los caminos de desarrollo.

Como aquel funcionario de la gestión anterior que se vanagloriaba con haber puesto un semáforo en una esquina perdida de la avenida Mitre (que administra caudales viales totalmente diferentes y además promoviendo un impacto ambiental negativo) esta administración se ufana de traer más y más patrulleros y personal de seguridad. Por supuesto que hay una corriente de ciudadanos entusiasta que entienden que la forma de mantener sus propiedades es vigilándolas con la fuerza represiva y no yendo a darle más oportunidades formativas y laborales a los pobres cristos que delinquen.

¿Entonces? ¿Entonces qué?

Nada. Esta columna de opinión no va a generar ninguna minúscula luz de esperanza ni de cambio posible. Seguimos siendo una comarca subdesarrollada en manos de representantes con idéntico ADN.

Seguimos resistiendo.-