Por Martin Herscovich (*)

“Vecinos que emprenden, ciudades que crecen”

domingo, 14 de mayo de 2017 · 00:11

Recientemente, se sancionó, con el apoyo de todos los sectores políticos, la Ley de Emprendedores. El objetivo que se persigue con esta nueva norma es potenciar la capacidad emprendedora de los argentinos agilizando los trámites para la creación de nuevas empresas permitiendo que se constituyan por Internet y que en un plazo de 24 horas se pueda tener una cuenta bancaria. Asimismo se prevé la formación de fondos fiduciarios con capitales públicos y privados con lo cual los emprendedores podrán acceder a recursos para financiar sus inversiones iníciales, algo que actualmente es muy difícil de lograr ya que el sistema financiero solo financia proyectos en marcha que hayan alcanzado mínimamente 2 años de duración.

La eliminación de barreras iníciales generara una mayor creación de empresas impactando positivamente en el empleo. Está claro que la creación de puestos de trabajo no se logra solo con la sanción de una ley sino que tiene que ver con múltiples causas asociadas al ritmo de la economía pero permitir que quienes quieren iniciar sus propios negocios aquellos que tengan ideas y proyectos innovadores puedan instrumentarlas sin demasiadas trabas burocráticas, es un buen punto de partida.

Lamentablemente vemos como el Ejecutivo local va a contramano de estas propuestas. Todos tenemos algún amigo o vecino que tiene un emprendimiento o quiere iniciarlo. Algunos de ellos destinan sus ahorros para ponerlo en marcha, otros recurren a sus familiares o amigos y en otros casos deben financiarse a través de modos poco transparentes pagando intereses usuarios para poder cumplir su sueño. Seguramente para minimizar estos casos es que el Intendente impulso en 2016 el acceso a microcréditos otorgados por una entidad bancaria aduciendo que el Municipio no estaba en condiciones de hacerlo. Sin embargo el programa municipal de microcrédito "Fuerza Solidaria” tiene presupuesto asignado para el 2017 que no se estaría ejecutando por una decisión política. Lo más grave es que el desconocimiento obliga a los emprendedores a financiarse de una manera más costosa ya que, como dijimos, el sistema financiero no otorga créditos para proyectos iníciales. Lo cual se intento suplir a través del financiamiento público municipal.

Complementando el sistema de financiamiento público municipal se creó, hace más de un año y medio, la Agencia de Desarrollo de Chivilcoy. De carácter público-privado se pretendía orientar y dar asistencia técnica y financiera a los emprendedores y empresarios locales para potenciar sus negocios e impulsar su crecimiento. Esperemos que con la sanción de la Ley de Emprendedores se pueda impulsar el funcionamiento de la Agencia y que sea una referencia en Chivilcoy para todos aquellos que quieren cumplir sus sueños y no tienen los medios económicos para sustentarlos.

 

(*) Economista, maestrando en políticas públicas

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