Por Claudia Bogliolo
Decir una cosa hacer otra. Si pasa, pasa. Dar marcha atrás, volver a fojas cero
Como consecuencia de la forma republicana de gobierno establecida en el artículo 1º de la Constitución Nacional, tiene plena vigencia en nuestro país la división de funciones del poder del Estado, y por lo tanto, el Poder Judicial debe ser independiente del poder político.
Entonces, el fallo pronunciado
por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en el caso del represor y
genocida Luis Muiña, que declaró aplicable el beneficio del 2 x 1, de la Ley Nº
24.390 (hoy derogada) en un caso de delitos de lesa humanidad, cometido durante
la última dictadura, debe entenderse producto de la convicción libre de los
tres jueces que lo votaron a favor.
Con este fallo los integrantes
de la CSJN, el órgano de mayor jerarquía de la justicia argentina, ignoran la
lucha de más de 40 años de los organismos de Derechos Humanos y de gran parte
de la sociedad argentina; y premian a los militares y civiles que cometieron
los delitos y vejámenes más terribles de nuestra historia, a quienes
secuestraron bebés, a quienes violaron, torturaron, asesinaron y desaparecieron
sistemáticamente, a quienes sembraron el terror para implantar un modelo
económico de exclusión y de pobreza. Contradiciendo lo sostenido durante años por
la doctrina de la misma corte.
Este fallo constituye un enorme
retroceso en la lucha por la memoria, la verdad y la justicia, causa por la que
nuestro país había sido reconocido internacionalmente durante los últimos años.
Si bien en un Estado de Derecho
el Poder Judicial debe ser independiente, este desafortunado fallo, se dio en
el marco de un contexto de retroceso en las políticas sobre Derechos Humanos,
acorde con la concepción que al respecto tiene el gobierno de Mauricio Macri.
Y para analizar este contexto
de retroceso se pueden enumerar ciertos hechos concretos del gobierno de
Mauricio Macri y dichos de algunos de sus funcionarios:
Recordar que a dos de los tres
jueces que votaron a favor del fallo, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, el presidente de la Nación intentó nombrarlos mediante un
decreto, a pocos días de iniciada su gestión y durante el receso del Congreso,
violando los mecanismos constitucionales para efectuar tales nombramientos.
Durante el último año se
sucedieron distintas declaraciones negacionistas por parte de los más altos
funcionarios de gobierno, como el Ministro de Cultura y Educación de la Nación
Esteban Bullrich, en oportunidad de acompañar al presidente Macri en una gira
por Holanda, al visitar la casa de la emblemática víctima del Nazismo, tuvo una
desafortunada expresión diciendo: "Que Ana Frank es un símbolo muy
importante, especialmente trabajando en Educación". También, en un acto en
la localidad Rionegrina de Choele Choel dijo que "la independencia se hace con
educación, esta es la nueva campaña del Desierto, no con la espada sino con la
educación”, reivindicando así el genocidio de los pueblos originarios en la
Patagonia Argentina.
La banalización del genocidio Nazi por
dichos de Jaime Durán Barba considerando a Hitler "buena gente”.
Declaraciones del Secretario de Derechos
Humanos y Pluralismo Cultural Claudio Avruj, quien cuestionó no sólo los
30.000 desaparecidos sino también los 6 millones de judíos, y quien, el 20 de
marzo, junto a un asesor del Ministro de
Justicia Germán Garavano, pidieron en Washington al presidente de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, que durante su próxima visita a la
Argentina recibieran a los familiares de los militares detenidos y abogaran por
"la llamada reconciliación”.
La manifestación del ex
Ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, Darío Lopérfido que declaró
que el número de desaparecidos era 8630, según informe del Ministerio de
Justicia y que había sido acordado en una mesa de negociación por los
familiares de las víctimas a cambio de subsidios.
Declaraciones públicas del
titular de la Aduana Gómez Centurión que directamente negó que en Argentina
haya existido un plan sistemático para la desaparición de personas durante la última dictadura militar y
se refirió a la cantidad de víctimas como "8000 personas muertas, que desde el
punto de vista social es espantoso, pero desde el punto de vista histórico no
es lo mismo 8000 verdades que 22 mil mentiras".
Y las gravísimas manifestaciones del propio Presidente
Mauricio Macri quien dijo públicamente no tener ni idea de cuántos habían sido
los desaparecidos y se refirió a la última dictadura como una "guerra sucia”.
Siendo Mauricio Macri el primer presidente de la democracia que niega el
terrorismo de estado y las 30 mil personas desaparecidas víctimas del
genocidio, manifestando públicamente que "con él se iba a terminar con el curro
de los derechos humanos”.
En oportunidad de
celebrar el día del Ejército el 29 de mayo de 2016 Mauricio Macri anunció
medidas que beneficiaban a la fuerzas militares que concretó mediante el decreto 721/2016, publicado en el Boletín Oficial el 1
de junio de 2016, derogando así el decreto N° 436 del 31 de enero de 1984 del
entonces presidente Raúl Alfonsín y mantenido por todos los gobiernos hasta la
fecha, en el sentido de restar autonomía a los militares y dejar en manos de
los políticos elegidos democráticamente las decisiones vinculadas con la órbita
castrense. De acuerdo a su decreto Macri da marcha atrás con el control civil
sobre los militares devolviéndole autonomía a las fuerzas con el argumento de que
"es necesario establecer procedimiento ágiles en la toma de decisiones en las
Fuerzas Armadas”.
Otro antecedente importante a citar es que los
legisladores de Unión Pro no votaron a favor de la ley 27.156 sancionada el 1
de julio de 2015 y promulgada el 24 de julio del mismo año, que prohíbe indultos,
amnistías y conmutación de penas en delitos de lesa humanidad.
Este es el contexto en que se da el fallo de la corte.
Todo lo dicho indica que la decisión mayoritaria expresada en el fallo, no es
una decisión aislada, sino la manifestación fáctica de un cambio de época muy
preocupante, que vuelve a sumergir al país en políticas de impunidad para
aquellos que cometieron delitos de lesa humanidad durante los tiempos más oscuros
que haya vivido nuestro país.
El contundente repudio popular,
hizo que pasados unos días del fallo y para no dejar al descubierto la intencionalidad
del gobierno de Cambiemos no les quedara otra alternativa que salir a
repudiarlo como lo hizo el Jefe de Gabinete de Ministros Marcos Peña Braun, el
ministro de Justicia Germán Garavano, el secretario de Derechos Humanos y
Pluralismo Cultural, quien después de pronunciarse públicamente en apoyo de la
sentencia, y sin preocuparse por la desprolijidad, salió a decir que "no tenía
cabal conocimiento del fallo”.
Y recién después de la sanción
de la ley interpretativa del congreso y la multitudinaria y contundente marcha
de Plaza de Mayo replicada en todo el país, el presidente Macri felicitó al
congreso por la celeridad y contrariamente a lo manifestado públicamente por él
mismo y sus funcionarios, dijo "Estoy en contra de cualquier herramienta a
favor de la Impunidad”.
Por la salud de nuestro Estado
de Derecho quiero esforzarme por creer que no hubo operaciones políticas nigestores del fallo que desde las sombras "sugirieran” el sentido del
pronunciamiento de la Corte, aprovechando la "independencia de criterio” de los
dos nuevos jueces y la debilidad de la Jueza Elena Highton de Nolasco, que se
encuentra dependiendo de un recurso de amparo para continuar en el cargo
después de los 75 años.
Señores funcionarios "del mejor equipo de los últimos cincuenta años”: deben entender que el pueblo argentino conoce sus derechos y aprendió en los últimos años a ejercerlos y a exigir su cumplimiento, y no va a permitir ni un paso atrás ni que se vaya en contra de la voluntad de un pueblo que manifiesta hace 40 años una lucha inclaudicable por la memoria, la verdad y la justicia.
Claudia Bogliolo
Concejal Bloque FPV - PJ 17 de Octubre