Por Diego Manusovich

Más calle

domingo, 14 de mayo de 2017 · 00:12

Mi familia sabe que no sé llorar. Es decir, me emocionan cientos de cosas pero lo que se dice "llorar con lágrimas” es algo tan inexistente como misterioso. No sé si será un cañito tapado o una falta de reservas acuosas. Algún trauma infantil (que no logro encontrar por cierto) o un acto de brujería, lo real es que no lloro.

Bueno, el miércoles a la noche en la Plaza de Mayo, tuve uno de esos episodios conmovedores que casi casi rompen mi tara física. El clamor colectivo de "el pueblo, unido, jamás será vencido” agitando los pañuelos blancos me estrujó de emoción.

Estábamos apiñados, juntos, honrando a nuestros muertos populares y a nuestras madres y abuelas luchadoras. Estábamos diciéndole a este mundo infame plagado de poderes visibles y ocultos que no queremos que aparezcan en la calle los verdugos asesinos, cuando no recuperamos aún a nuestros amores. ¿Cómo sería posible ver en la calle a Astiz y no a Azucena Villaflor?

Cada marcha es única. La de los trabajadores de Sancor desde la Plaza España o la de Ni una menos. Todas militan un derecho diferente y entrelazan reclamos y dolores particulares. Pero en todas hay un inexorable destino común: están protagonizadas por seres humanos que enhebran sus gritos en una masa voluptuosa.

El volumen, queridos amigos, es lo que pesa en estos sistemas tan sanguíneos llamados "Democracias latinoamericanas”. El abominable 2 x 1 de la corte suprema pudo contenerse con una ley votada casi por unanimidad en sólo 6 días. En 6 días nuestros diputados y senadores reaccionaron y crearon la nueva ley esperada. ¿Saben por qué? Porque sentían en el pecho el clamor popular de una manifestación que iba a causar escozor y potente escarnio público.

"Todos a la calle” es la vieja, antigua e irrefutable herramienta que tenemos los pueblos del mundo para defendernos del caudaloso poder concentrado. Ellos tienen los medios de comunicación, las fuerzas represivas y la billetera; nosotros nos tenemos los unos a los otros en la mismísima calle.

¿Cuántas veces saliste a reclamar en este último año? ¿Cuántas veces fuiste a apoyar una causa que no contemplaba un pedido directo tuyo? Ese es el punto: En la medida en que muchísimos más salgamos a las calles a respaldar a todos los que luchan por una reivindicación, un dolor o un derecho; el poder de turno resolverá en sólo 6 días.

La calle chivilcoyana está recibiendo más ciudadanos cada vez. Pero es insuficiente. El individualismo capitalista del "sálvese quien pueda” ha creado alumnos ejemplares.

Rompamos más urgentemente la idiotez cómoda de hacernos los distraídos. No es por solidaridad, es por estricta supervivencia colectiva.

Seguimos resistiendo.-

Comentarios

17/5/2017 | 07:22
#164795
EN OCTUBRE, VAS A APRENDER A LLORAR................. PERO QUEDATE TRANQUILO QUE VAS A TENER COMPANÌA.
16/5/2017 | 11:34
#164794
yo te respondo.....a nadie le interesa las payasadas sin sustento y carentes de todo criterio de este pseudoperiodista no da para mas
15/5/2017 | 22:15
#164793
Que pasa que no hay más comentarios en las columnas de este periodista. Espero la respuesta del editor.......
15/5/2017 | 17:45
#164792
no existis