Los “despidos por goteo” en Paquetá

El Dr. José Ferro, referente de Cambiemos en Chivilcoy, dijo en una entrevista a LA RAZON publicada el pasado domingo, que en la empresa Paquetá no hubo despidos. En las páginas de este mismo diario, quien escribe esta nota, dio a conocer la "sangría laboral por goteo” que se viene produciendo en esta fábrica radicada en Chivilcoy desde el año pasado producto de la caída del consumo y la apertura indiscriminada de importaciones.

A mediados de 2016, Paquetá tenía aproximadamente 900 trabajadores. Hoy reconoce, ante el Ministerio de Trabajo, que tiene 760. Para evitar el impacto mediático de un despido masivo, inició una reducción de personal por semana, de entre 3 a 5 trabajadores aproximadamente.

También, en este diario, se dio a conocer que tenía previsto despedir 150 trabajadores en el término de seis meses, muchos de los cuáles ya quedaron sin trabajo. En una audiencia entre el gremio Uticra y la empresa, en la delegación local del Ministerio de Trabajo, se trató ese tema y, con el objetivo de salir al cruce de dicha información, según palabras de su titular, el Dr. Santiago Bertone, los representantes de Paquetá le aseguraron que no se pensaba despedir a nadie durante el 2017, pero que esa decisión estaría supeditada a la ayuda del Ministerio de Producción de la Nación para un total de 120 trabajadores. Por lo tanto, no se desmintió lo que este medio dio a conocer en forma exclusiva sino que se terminó de confirmar que ya no puede sostener esa cantidad de puestos de trabajo sin el apoyo del gobierno.

En ese acuerdo también se confirmó lo que había anticipado LA RAZON, de la intención de la empresa de parar la producción por un tiempo adelantando las vacaciones a todo su personal mientras se restablece la producción. Pero también se hizo referencia a la importante caída en los pedidos de la principal empresa que trabaja con Paquetá.

Bertone dio a conocer que, según lo manifestado por la empresa, "en Paquetá se están produciendo, actualmente, cerca de 12.000 pares de calzados por día y que la empresa informó que, para los próximos meses, los pedidos de las marcas compradoras de esos pares de calzado ha bajado a unos 10.500, circunstancia que se acumula a que dos marcas menores para la cual producían dejaron de encargar pedidos”.

La razón de esta caída no sería solo por la baja del consumo sino por el incremento de la importación de las zapatillas terminadas, lo que ha dejado una capacidad de producción ociosa más que importante en la compañía, tal como le ocurre a la mayoría de las empresas nacionales.

La cantidad de puestos de trabajo que se perdieron en esta empresa en el último año y medio es enorme y ese es un dato de la realidad por más que se intente disfrazar. Un solo empleo que se pierde es un drama personal y colectivo, 150 puestos menos es una catástrofe social y económica para una comunidad como la nuestra, que no se arregla sólo "poniendo la cara” o lamentándose públicamente por este drama, sino reclamando enfáticamente, ante su propio espacio político, que modifique las políticas económicas que han generado las condiciones para que esta repetida tragedia se produzca.