Seguimos resistiendo

Ding dong, ding dong…

-¿Hola?

-Señora, buenas tardes… ¿está el señor Manovichi?

­-Sí, pero está durmiendo la siesta. Anoche se quedó hasta tarde escribiendo no sé si la quinta o sexta novela…

-Disculpeme… ¿puede decirle que acá vinimos un grupo de chivilcoyanos a tener una conversación amable con él?

El sol del otoño entibiaba el aire. Apenas una brisa jugaba con algunas hojas que ya empezaban a desteñirse.

-Caballeros, perdón por la modorra, aquí estoy…

-¡Apareció! ­-dijo el portavoz del grupo- ¿Cómo le va?

-Ahí vamos…, como se puede…

-Escuche señor Manovichi, vamos a ser directos… ¿cuándo va a volver a escribir los domingos? ¿No le parece un poco largo el recreo que se ha tomado en el verano?

-Sí, puede ser… Lo que ocurre es que estoy con otras cosas y…

-Y nada… ¿usted no se da cuenta el momento que estamos viviendo? ¿Usted cree que nuestro país está para que el señorito se ocupe de otras cosas?

-Lo que pasa es que estoy escribiendo una novela de un héroe social que…

-Sí, sí… muy lindo todo… Ya la hemos leído por cierto, felicitaciones… Pero mire, nosotros necesitamos enderezar a este gobierno vendepatria y con El Pedagogo no es suficiente… ¿me entiende? NO ES SUFICIENTE. Necesitamos que usted colabore, que colabore en serio ¿me sigue? Necesitamos que también vuelva a escribir los domingos en el diario.

-¿Usted cree? No sé… siento que me leen los que piensan más o menos como yo, y los que no piensan como yo no puedo convencerlos de pensar distinto… ¿no se enteró que después de 12 años de gobierno popular, productivo y soberano, finalmente las mayorías votaron a un gobierno genocida?

-Bueno, bueno, bueno… ahí se está despertando el oso…

-Señores: les agradezco infinitamente que hayan venido hasta acá. No veo autos ni motos por lo que entiendo han venido caminando…

-Jajaja, ¿En su novela no aparece el precio de la nafta señor Troy? ¡Despierte compañero! ¡Escriba algo por Dios! ¿Qué mierda importa si algunos prenden el asado con sus columnas de domingo? ¡Al menos muchos de nosotros pensamos y resistimos! Nos mantenemos unidos, lúcidos y expectantes. Discutimos, acordamos a veces, otras no tanto… Pero ¿sabe qué? Seguimos estando juntos con los pies metidos bien en el plato.

El grupo visitante se fue lentamente. El crepúsculo temprano ya bañaba todo de un naranja pálido.

Me quedé de pie viéndolos alejarse con nostalgia. Convivir estos 15 meses con los desguaces del gobierno nacional, me fue deteriorando el espíritu. ¿Cómo es posible que nosotros mismos como colectivo nacional hayamos boicoteado nuestra propia felicidad? Es realmente increíble… Todavía no puedo creer como el 51% de mis compatriotas no entendió todas las señales que dimos y votó a este oligarca…

"¡Menem volvió a la rosada!” me gritaron de lejos… "¡Basta de distracciones Manovichi!!!”

Y acá estamos, dispuestos a dar la enorme batalla cultural que aún nos detiene en el amargo y oscuro subdesarrollo.

Seguimos resistiendo.-