Sin tetas no hay paraíso…

Abrir la boca para estigmatizar a quienes desafían el status quo y el adocenamiento mental de años de ocultismo y denostación del sexo –sobre todo de sus manifestaciones en la vía pública-, del sexo como materia de estudio, en las escuelas y en las charlas de familia hablan de una marcada herencia atávica, según Lombroso.

Seguramente son más las cosas que mantienen el oscurantismo que viene de nuestros ancestros, usando a los hijos y a la familia como institución, como escudos para anteponerlos ante situaciones que, si las miramos en profundidad, sólo traen vientos de cambio y nos oponemos dejando de lado la libertad de las personas sobre sí mismas, sobre sus cuerpos, sobre sus vidas, para defender con improperios y tirando a la cara de los que se atreven, todas nuestras frustraciones de gente formal y educada, cuando lo único que tenemos que hacer es ABRIR nuestra mente.

Esto cuesta mucho cuando se vive en un tipo de sociedad en la cual el orden prevalece sobre la libertad, los valores tradicionales se imponen a los modernos, y la supremacía de la autoridad se sobrepone a la libertad democrática.

Por otra parte, se dice que "las fuentes del poder se basan en su ejercicio y que quienes participan en esa relación tienen tres opciones: quedarse en el sistema y contribuir a éste en la forma esperada, o sea con lealtad o vulgarmente "callar y obedecer”; marcharse, o sea emprender la salida o quedarse para tratar de cambiar el sistema con su voz y su lucha. En toda organización el uso de su estructura y reglamentos, el tamaño y la situación de un grupo dentro de la misma, dan una idea de poder en ella, por lo que se dice que el poder  está muy relacionado con la estructura y la autoridad formal.”

La represión de actitudes como la de las bañistas de Necochea, como, seguramente, las recordará la historia, ataca nuestra interioridad y afecta nuestra conciencia. La repercusión de ciertos actos enganchados en leyes y edictos que vienen desde las épocas de plomo no hacen más que encender nuestras emociones, que son el camino que nos lleva a conocernos, a conocer nuestras posibilidades concretas de crecer o de encerrarnos, a relacionarnos con la gente desde otro lugar, a entender de qué se trata verdaderamente VIVIR.

Coincidamos en que la gente se divide -entre otras cosas- en aquellos que andan por la vida con el corazón a flor de piel, que practican el lenguaje del alma, a través de sus miradas y sus actos comprometidos con los tiempos que nos tocan vivir y aquellos que se esfuerzan en matar sus emociones en pos del status quo y los derechos adquiridos a fuerza de billetera, alcurnia o pelotudez congénita y desandan su camino con cara de póker.

Personalmente creo que nuestra ligazón con el mundo en que vivimos es intrínsicamente emocional.

Todo lo que percibimos refleja en nuestros sentimientos, en nuestro cerebro, en nuestra mente con pulsiones emotivas que influyen en nuestras acciones y conductas. En nuestras decisiones.

Mientras tanto nos pasan cosas que atentan contra nuestra dignidad y nuestras libertades y seguimos sin siquiera sospechar que no es que cuando nos pasan estas cosas dejamos de soñar; sino que cuando dejamos de soñar nos pasan estas cosas.

Qué nos está pasando a los argentinos... que no somos capaces de intentar cambiar esta realidad angustiante y avasalladora de derechos, que no somos capaces de unir nuestras voces ante tarifazos y atropellos varios, vinieren de donde vinieren.

Celebro las diferencias cuando son motivadoras, impulsoras, generadoras de acciones que modifiquen realidades obsoletas y sostenidas por sociedades pacatas, racistas, que se resisten a los cambios de los paradigmas basados en la decencia pública y la moral pública con que han sostenido sus privilegios, con la única salvedad de no hacer de la diferencia una desigualdad.

El juez correccional de feria de Necochea, Mariano Juliano, ordenó que se archivara la causa tipificada como "actos obscenos y decencia pública", diciendo entre otras cosas que: La defensa irrestricta de las libertades me lleva a posicionarme en favor de las mujeres que decidieron descubrir sus pechos, del mismo modo que apoyo las manifestaciones (tetazos) que ocurrirán en los próximos días en defensa de los derechos. Esa es una de las formas (en ocasiones la única posible) de provocar un debate sobre las cuestiones que nos conciernen, del mismo modo que ocurre con otros temas (marihuana, edad de punibilidad, violencia de género) que deben formar parte de una agenda amplia y generosa en la que participemos la mayor cantidad de personas, propio de democracias más deliberativas.

La ocasión (la enorme repercusión nacional e internacional del episodio) me pareció propicia para reclamar a la legislatura bonaerense la necesaria reforma del Código de Faltas en general, y particularmente su artículo 70, que es el que reprime a los actos obscenos. El Código de Faltas, vigente desde marzo de 1973, proveniente de la dictadura de Onganía, es una verdadera rémora autoritaria y los bonaerenses nos merecemos contar con una herramienta legal adecuada a una sociedad moderna, que contribuya a la convivencia y el uso igualitario de los espacios públicos.

Diversidad de opiniones…

"Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor, mientras la violencia se practica a plena luz del día". John Lennon

Alejandro Biondini ‏@BiondiniAR

Harta tanta decadencia. Orinan en la calle,deambulan drogado/as,borracho/as. Topless?Vayan a playas nudistas. ORDEN. Que vuelvan los Edictos

"Por ahí la sociedad no está avanzada", les dijo un policía a las chicas de Necochea.

"Un par de tetas al sol sin razón son una expresión política” Ma. Laura Razzari