Por Sergio Denegri

“La seguridad vial no es accidental”

La siniestralidad vial en las rutas adyacentes a nuestra ciudad, especialmente sobre la Ruta Nacional N° 5, continúa siendo un problema de enorme gravedad sin una solución aparente en el horizonte. En las últimas horas un nuevo choque le costó la vida a un vecino de Chivilcoy y la necesidad de tomar medidas urgentes vuelve a estar claramente a la vista.
martes, 31 de octubre de 2017 · 00:00

En las últimas horas perdió la vida un vecino de la ciudad en un accidente de tránsito sobre la Ruta 5 que se suma a una larga lista de siniestros, provocados por diversas causas y que se suceden prácticamente sin pausa desde hace mucho tiempo.

En este contexto parece muy importante poder tomar una pausa para la reflexión, suspender la opinión ligera y de última hora, ahondar, al menos brevemente, sobre qué factores producen este fenómeno y de qué manera puede abordarse una solución.

En primer término, es fundamental entender que esto no sucede únicamente en nuestra región, ni en nuestro país. En el mundo mueren anualmente un millón doscientas mil personas como consecuencia directa de accidentes viales y estos representan la décima causa de fallecimiento.

La OMS (Organización Mundial de la Salud), durante años, al expresarse sobre siniestros viales, lo hizo refiriéndose a ellos como un problema de salud pública y con posterioridad, en términos de epidemia. A pesar de los altos números globales, no todas las regiones del mundo sufren esta situación del mismo modo, habiendo enormes diferencias entre países.

En nuestro país, si bien las estadísticas no son precisas, sí se sabe que durante las últimas dos décadas murieron, en promedio, entre veinte a veintidós personas por día, lo que representa un número alto a nivel mundial. Por otro lado, es aquí la primera causa de muerte entre hombres jóvenes en un rango de edad de los 25 a los 34 años.

Desde hace algunos años, el enfoque sobre la cuestión se ha modificado, y específicamente la OMS lo ha mencionado al expresar que “la seguridad vial no es accidental”.

A la hora de entender las causas de este fenómeno, si bien en cada caso hay una sucesión de factores, puede mencionarse que son principalmente cuatro: el hombre, el vehículo, el camino y el marco institucional, legal y de control. En este último pueden incluirse todo tipo de acciones tendientes a la disminución de los accidentes.

De acuerdo a un estudio de la AGN del año 2013 “controlando adecuadamente la velocidad de  operación, consumo de alcohol y uso del cinturón de seguridad, pueden obtenerse marcadas reducciones de la accidentalidad de hasta un 50% en un corto plazo”. Además muestra que el factor infraestructura y el factor humano están íntimamente relacionados, por lo que “cualquier medida de mejora en la seguridad en el camino, lleva asociado una actitud o respuesta del conductor. Mediante las actuaciones en la infraestructura, considerando además de la vía, su equipamiento y entorno, se podrá conseguir una fuerte reducción de la accidentalidad.”

Al respecto completa afirmando que “estas intervenciones requieren, en general, de alto coste económico y de un mediano plazo de aplicación.”

En este sentido, menciona el concepto de “autopistas indulgentes” que otorguen cierto margen al error humano, y permitan una reducción de la accidentalidad, y en caso de ocurrencia, una minimización de riesgos y daños.

Desde otra perspectiva, estas situaciones se explican por un rápido aumento de la motorización, que requiere una adecuación equivalente de la red vial. De acuerdo a la experiencia mencionada por la AGN estas mejoras acompañan ese aumento por detrás, y al demandar grandes inversiones, se generan en plazos extensos e insuficientes para llegar a tiempo para prevenir una parte importante de los siniestros.

En cualquier caso es necesaria una intervención urgente de las autoridades para que los trágicos accidentes no sigan sucediendo como hasta ahora.

 

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