Por Luis Angel Desia
Bajar la inimputabilidad de la edad de los menores, es violatorio de sus derechos
El proyecto del
gobierno nacional, se equivoca con implantar una medida represora (moral y
libertaria), para con los menores en vez de preocuparse por su formación y el
irrestricto cuidado y respeto por sus derechos; la solución no será con llenar
los reformatorios y tratar a los niños como lacra social, cuando es un deber de
la sociedad erigirse en su protección, a partir del propio seno de la familia.
En esto, la educación es fundamental, promover las buenas conductas en los
núcleos familiares. En la evolución de las sociedades, a veces, hay cosas que
son buenas y otras no tantas, que hacen que se vulneren hábitos sanos en la
convivencia familiar. Surgen, hoy en día, penetraciones culturales foráneas
lesivas a nuestra forma de vida que si se adoptan nos perjudican, y eso influye
en la generación de los conflictos que se atraviesa, donde los chicos son
víctimas y rehenes de cuestiones inducidas en sus mentes frágiles, son presa
fáciles de la delincuencia de los mayores que los usan para diversos ilícitos.
Sí, es necesario
cambiar las políticas correctivas; pero, antes la básica es la formativa,
brindando la asistencia de políticas de Estado eficaces, dignas y humanas,
tratando a los niños y adolescentes en el momento adecuado en su etapa
evolutiva de la vida. Así, se hace necesario una urgente revisión legislativa
actualizada en la transición del s.XXI, que vivimos donde el Ministerio Público
de la Minoridad y sus organizaciones estatales, educativas y sociales, les
corresponde implementar para superar la crisis desorganizativa que atravesamos,
pero esto será posible ordenarlo con técnicas científicas y no con látigos de
castigo y opresión, pues los chicos son víctimas involuntarias de un sistema
perverso donde quedan atrapados y se los debe socorrer para resocializarlos, e
incluso, a veces, junto a sus progenitores por resultar estos irresponsables en
su crianza.
Luis Angel Desia
(ex-concejal
municipal M.I.)