La “victimización” como estrategia política

No es la primera ni será la última vez que dos dirigentes que tienen un determinado peso en un distrito estén enfrentados y así lo expresen en la arena política. No está mal. No hay que espantarse ni rasgarse las vestiduras. Es parte de la dialéctica con la que se vinculan con un colectivo social que puede ser el vecino, el electorado, sus seguidores u otros espacios partidarios.

En este caso, el intendente Guillermo Britos no deja pasar oportunidad para castigar la figura de Sebastián García De Luca, principal referente del Pro en Chivilcoy y actual viceministro de Interior de la Nación. El primero golpea. El segundo se defiende. A veces contraataca. Pero ambos no pueden romper con la lógica de la permanente victimización. Britos denuncia obstrucción por parte del funcionario nacional. De Luca, agravios permanentes del jefe comunal y cuestionamientos sobre que no recibe proyectos del Municipio para que puedan ser aprobados.

Ambos forman parte de lo que se autodefinió como la nueva política en supuesta antítesis de la experiencia kirchnerista, calificada de autoritaria por los actuales gobernantes, tanto nacionales como locales. Han utilizado hasta el infinito las frases de "fortalecer el diálogo”, "recuperar la tolerancia”, "unir a los argentinos”, "cumplir con los compromisos asumidos con los votantes” y tantas otras definiciones "democráticas” y "pluralistas” que, como era sabido, terminan siendo más cartón pintado que realidad, como el viaje de Mauricio Macri en colectivo.

Guillermo Britos se ha quejado en innumerables oportunidades de haber sido invisibilizado, ninguneado, ocultado y hasta perseguido por el gobierno anterior y los medios (acusando siempre a LA RAZON y Radio Chivilcoy). Justificadas o no dichas apreciaciones, ha basado parte de su estrategia, para posicionarse como alternativa, en señalar a un supuesto enemigo que le hacía todo eso por miedo a su potencial político.

Ni bien ganó las elecciones, en uno de sus primeros reportajes como jefe comunal, que fue publicado en la revista Clip en diciembre de 2015, ya comenzó a abrir el paragüas sobre la figura de Sebastián García De Luca, que sorpresivamente pasó a ocupar un importante cargo en el gabinete nacional de Mauricio Macri. "Chivilcoy se solventa en un 40%, el resto es aporte nacional y provincial –dijo en dicho reportaje-. Si estos aportes están no habrá problemas, pero si no vienen las partidas porque las complican algunos funcionarios que muchas veces aparecen para poner palos en la rueda, sólo para evitar que una persona tenga una buena gestión, pensando que así gana rédito político para su futuro, se nos va a complicar. Ojalá no ocurra esto, que ningún chivilcoyano bloquee la posibilidad de llegada de fondos a Chivilcoy pensando en su posible carrera política, pero, lamentablemente, ya hay algunos comentarios con respecto a eso, de que algunas personas que están cercanas al presidente Macri o a algunos otros funcionarios están pensando más en que va a pasar con ellos en el 2019 que a Chivilcoy le vaya bien”.

Britos lanzó la profecía que ahora parece cumplirse. La pregunta es si se trata de una profecía autocumplida o verdaderamente es lo que está ocurriendo. A poco más de 9 meses de gestión, quedó demostrado que llevar adelante un Municipio de Chivilcoy no es fácil. Ni tampoco sostenerlo. "No es sustentable”, dijo el intendente y mira de reojo a la Provincia y la Nación porque necesita de ese auxilio, como la mayoría de los distritos bonaerenses.

Desde el espacio de Sebastián García De Luca intentan demostrar que no hay palos en la rueda para el intendente y, como es habitual en el gobierno de Cambiemos, para justificar el no pago de alguna deuda pendiente con el Municipio, echan la culpa a la gestión anterior. ¿les suena?. A veces, hay sobreactuación de la respuesta. Otras, una lógica reacción ante el ataque de Britos. Pero también hay una utilización de la disputa y de posibles réditos políticos.

Esta semana se vivió otro capítulo de la historia. De Luca decidió concurrir al acto de inauguración de la comisaría. Desde su espacio se intentó mostrar este hecho como un gesto de acercamiento con el Ejecutivo local. Se encontraron con un glaciar y el más duro "ninguneo”. Frialdad extrema en el recibimiento en el Polideportivo. En el acto se lo sentó en primera fila de los invitados pero ni siquiera se lo mencionó entre los funcionarios presentes. No fue un olvido. Fue una decisión política. Para colmo se mencionó como asistente al diputado provincial Fabio Britos, que no estaba.

Durante los días posteriores, funcionarios de su cartera recibieron a miembros del gabinete municipal para avanzar en diversas obras, siendo acompañados por Daniel Oxandaberro, por lo menos hasta la puerta de los despachos. La movida fue promocionada. Pero eso no aflojó la tensión. La confrontación siguió en los medios provinciales. Britos insistió con su cuestionamiento al viceministro acusándolo de bloquear fondos para Chivilcoy y le recomendó que aprenda de Florencio Randazzo.

En tanto, muchos chivilcoyanos observan azorados este clima de chicanas, cruces, disputas personales y políticas. El diálogo, el respeto, el "cambio”, el mejorarle la vida a la gente, bien gracias.