La política siempre se filtra aunque se la niegue

Los actos de inauguración de la Exposición Rural de Chivilcoy siempre han tenido un fuerte contenido político. Han sido territorios de visibilización de disputas y posicionamientos ideológicos aunque se los hayan querido disfrazar de posturas gremiales sectoriales. Su máxima expresión se registró durante el conflicto por la Resolución 125, no sólo en el 2008 sino en años posteriores. Lejos de ese escenario de tensión, y con otros actores políticos en los gobiernos nacional y local, el acto de ayer puso una vez más en la superficie los intereses que están en pugna, ya no de lo gremial, sino de lo político y lo partidario.

Bajo la excusa de no tener "discursos políticos” durante la ceremonia de inauguración, tal como dijo a LA RAZON el presidente de la Asociación Rural de Chivilcoy, Juan José Ascheri, no se incluyeron como oradores al intendente Guillermo Britos y al viceministro de Interior, Sebastián García De Luca. El primero concurrió. El segundo llegó luego de la finalización del acto.

"Consideramos que para este año los discursos más que políticos tienen que ser gremiales. La política cambió, hubo una elección y un cambio importante que a nosotros nos gusta, pero para la comisión lo importante ahora es el gremialismo y no la política”, dijo Ascheri el pasado viernes, tratando de explicar la decisión que adoptó la entidad de contar con sólo dos oradores, el vicepresidente de Carbap y el propio titular de la Asociación Rural.

Llama la atención este cambio de modalidad porque, inclusive, en los momentos más tensos entre el sector y el gobierno, como lo fueron los años 2008, 2009 y 2010, la institución invitó a las autoridades municipales y las incluyó para que hicieran uso de la palabra, más allá de que en algunos de esos años, los jefes comunales no concurrieron pero sí enviaron funcionarios municipales en su representación.

Tanto el intendente Guillermo Britos como el viceministro de Interior, Sebastián García De Luca, son representantes del Estado. El primero, la máxima autoridad de la ciudad. El segundo, un chivilcoyano que ocupa un alto cargo del gobierno nacional. Por supuesto que la palabra de cada uno de ellos tendrá un fuerte contenido político pero a la vez, están vinculadas a las instituciones de las que provienen.

En esta oportunidad, la Asociación Rural no pudo despegarse de la interna política que ambos funcionarios tienen desde hace mucho tiempo y ayudó a visibilizarla aún más. Ese silencio terminó siendo estruendoso. Y la institución organizadora terminó patinando en esa disputa. Tal vez por torpeza política institucional, tal vez por tener, entre sus filas, posicionamientos partidarios muy específicos, más en línea con Cambiemos que con el jefe comunal. No todos estuvieron de acuerdo, entre los organizadores, de armar el acto sin estos dos discursos, pero a través de una votación, se impuso el criterio de no incluir a Britos y De Luca entre los oradores.

Britos concurrió al acto y estuvo en el almuerzo, pero no compartió la mesa con las autoridades de la Rural, sentándose junto a sus funcionarios. Tampoco ocultó su enojo. De Luca se retrasó y no llegó al acto. Los organizadores esperaron un tiempo prudencial y luego dieron inicio al programa previsto. Arribó cuando ya comenzaba el almuerzo. Saludó al intendente y se ubicó en la mesa principal.