No pegamos una… Si la corrupción nos dejó grogui… el ajuste, nos mata

Se puede atentar contra una entidad tan significativa para un vasto y desprotegido sector de la población, como son los adultos mayores, como es el PAMI, desde maneras muy diferentes. La primera tal como sucedió en los últimos años, usando discrecionalmente los fondos que recauda la entidad, creando una deuda social inconmensurable con quienes deberían ser sus beneficiarios, por citar un caso cercano, tenemos el ejemplo del Hogar Lauhirat , en el que ya cumplió 13 años el expediente presentado para ser prestadores de Pami. Con trabajo y esfuerzo se cumplimentaron los requisitos pertinentes, conscientes de que una vez logrado será la bisagra que marcará cómo seguir con el Hogar, ya que hasta ahora el esfuerzo siempre se le sigue pidiendo a los familiares y todos sabemos que en nuestra ciudad hay deficit de lugares donde los abuelos estén bien atendidos y además hay familiares que no pueden hacer ese esfuerzo.

Por otro lado, sumiéndola, además, en hechos de corrupción, recientemente denunciados como, por ejemplo, que desde 2013 el PAMI pagó millones para comprar medicamentos de afiliados muertos. La suma ascendería a $500 millones de pesos anuales. Y aseguran que hubo un profesional que realizó más de 39 mil recetas en un año.

Leí que "La nueva administración del PAMI, dirigida por Carlos Regazzoni, denunció a la gestión anterior por diversas irregularidades que detectaron en las cuentas de la entidad. El último descubrimiento sobre el organismo fue la compra de medicamentos para afiliados muertos desde el 2013 cuyo costo ascendería a unos 500 millones de pesos anuales”

"Había más de 7 mil personas muertas que seguían recibiendo recetas, meses y años después de fallecidos", explicó Regazzoni. Y puntualizó: "El padrón no estaba bien cruzado con los de la ANSES y el Registro Nacional de las Personas, no se hacían auditorías respecto a los consumos irregulares".

Regazzoni detalló que "hubo un supuesto profesional que habría recetado en un año 39 mil recetas, cosa que es imposible, eso es un fraude. Había un sistema de gente que trabajaba y que usaba el nombre de esta persona para la práctica".

También resulta doloroso que una de las más desprotegida de las clases sociales, reciba por parte de la actual administración, con el mismo Regazzoni a la cabeza, el cercenamiento de cientos de remedios que los jubilados obtenían con el 100% de descuento, de manera sumaria, amparado, seguro, en la voracidad confiscatoria del Gobierno del presidente Macri, y la urgencia por achicar los gastos del estado, dejando en claro que los tiempos actuales no son para andarse con chiquitas, le cueste a quien le cueste. El problema es que siempre le cuesta a los mismos.

Hay una brecha entre ricos y pobres cada vez más excluyente, cada vez más insensible y condicionante. Y aunque esa brecha existe en lo material, la pobreza siempre tiñe de suciedad el alma de los pobres. Y destiñe el sinsentido de palabras vacías y huecas de políticos cooptados por el pandemoniun de estar en campaña contínua, al punto tal que rebozan tanto ingenio y sabiduría que deberíamos replantearnos, nosotros, los estúpidos que creemos en la redención del hombre por el hombre y en la justificación de sus utopías por sus ideales más urgentes, si los problemas que nos aquejan son reales como nuestras necesidades o falsos como las luces que apuntalan los devaneos histriónicos de estos personajes. Y también deberíamos plantearnos la disyuntiva de que si ellos son tan brillantes como aparentan y tan honestos como proclaman, ¿de dónde surgen los problemas de los argentinos?

Debemos mantener viva la utopía de que la Constitución y las leyes son para ser respetadas y la ética debe mandar en un país republicano, representativo y federal.

Mientras tanto nos pasan cosas que atentan contra nuestra dignidad y seguimos sin siquiera sospechar que no es que cuando nos pasan estas cosas dejamos de soñar; sino que cuando dejamos de soñar nos pasan estas cosas.

Creo que es hora de que los argentinos hagamos algo.

Pelear desde donde podamos contra la corrupción puede ser un buen comienzo. La corrupción es la que hace que cierta gente nos tome de pelotudos, pero también es la que libera zonas para que los delincuentes actúen tranquilos, la corrupción multiplica la necesidad y se escuda en la urgencia, la corrupción justifica a los trepadores, es su habitat natural y por si fuera poco, está globalizada... institucionalizada... y hasta justificada con sellos y firmas autorizadas...

Qué nos está pasando a los argentinos... que no somos capaces de intentar cambiar esta realidad angustiante y avasalladora de derechos, que no somos capaces de unir nuestras voces ante tarifazos y atropellos varios, vinieren de donde vinieren.

Hay cosas de nuestra infancia, recuerdos que tienen que ver con nuestros afectos más cercanos, que nos acompañarán toda la vida.

Yo, por ser el ejemplo que más a mano tengo, recuerdo los domingos por la mañana, cuando mi madre se levantaba y se ponía a hacer las cosas de la casa, mi padre nos pasaba, a mi hermana y a mí a su cama, uno a cada lado suyo y nos leía cuentos y leyendas de dos antologías, que todavía conservo. Añoro aquella magia que se daba cuando entre los tres debíamos armar la moraleja, antes de que mi padre la leyera.

Con el tiempo, me di cuenta que lo que mi padre quería, era enseñarnos a pensar por nosotros mismos. Desde entonces trato de pensar por mí y armar el final de cada historia que nos plantea la vida para que sirva de ejemplo.

Reconozco que no es fácil.

Sobre todo cuando te la venden cambiada.

Yo tengo una particular desconfianza con aquellos que quieren poner las cosas en orden. Poner las cosas en orden casi siempre significa poner las cosas bajo su control.