Opinión
Un pito
Por Diego ManusovichAl 51% de los argentinos no les importa que el Estado se desfinancie. Como anticipamos, Macri es un gobernante que no le importa que la institución que nos cobija a todos, luego redistribuya los ingresos. Es así al 51% de la gente no le importa que vivamos en un capitalismo mordaz en donde los que tuvimos la suerte de nacer en hogares con formación, alimentación, techo, abrigo y medicinas nos salvemos y el resto que se joda.
Al 51% que votó por el cambio, seguramente no le preocupa que esta semana Macri le haya sacado las retenciones a las empresas mineras. Es una locura, un disparate!!!! ¿cómo le vamos a sacar retenciones a empresas extranjeras que se llevan el oro, la plata y demás metales preciosos de nuestro suelo, sin dejar siquiera, recursos importantes en el país?
Ya sacó las retenciones al trigo y el maíz y bajó el de la soja, ahora les regala a las mineras la posibilidad de venir con sus máquinas gigantes y llevarse el producto de nuestro sustrato cada vez más fácil y barato. ¿Me está jodiendo?
Cuando un Estado interviene en el mercado lo que hace es, básicamente, regular el apetito voraz de las empresas y, si tiene sensibilidad social y una mirada de desarrollo, invierte en asistencia social, educación, investigación, ancianidad, infancia, infraestructura, etc. pero pensando en un criterio federal e inclusivo.
Cuando el gobierno anterior logró bajar la desocupación al 6% luego del 25% legado por el mismo modelo de hoy exacerbado, fue a base de otorgar parte de esa rentabilidad que lograba captar de esas empresas transnacionales o las locales que exportan en dólares, y transferirlo al sistema de forma diferente.
Si un gobierno le hace las cosas más fáciles y rentables a los que más tienen y acumulan, no le quedan recursos para distribuirlos de manera diferente y eso, sabemos de memoria, no ocurre espontáneamente en ninguna parta del mundo. En ningún rincón del planeta, los empresarios que manejan el mercado, se ocupan de los más vulnerables. Tampoco es cierto que si las empresas ganan más dinero porque disminuye la presión del Estado, generan más desarrollo e inclusión; las empresas cuando ganan más a lo sumo le dan un poco más de trabajo (horas extras a su personal) o toman personal nuevo en forma selectiva, pero no sacan "del barro” a los que están caídos del sistema. No hacen escuelas, colegios, hospitales, carreteras, etc. Las empresas que ganan más dinero en forma voluptuosa saltan de alegría y, por sobre todo, se llevan más dinero a sus países de origen para sus accionistas. Se llevan de la Argentina el jamón del medio encima en dólares.
Los argentinos que más tienen y también se liberan de las presiones del Estado (ahora los chacareros que siembran aumentaron casi al doble sus ganancias entre el aumento del dólar y la baja de las retenciones) pueden llegar a emplear a alguna persona más en sus campos, pero es marginal. Pueden llegar a construir más con el excedente si deciden construir propiedades por ejemplo o comprar autos, pero este "pequeño derrame de rentabilidad” no va a llegar a donde podría llegar el Estado. Ningún chacarero va a construir una Escuela o un Centro Integrador Comunitario ni una Salita Sanitaria, ni va a asfaltar una calle de un barrio humilde, ni va a llevar cloacas a otro barrio sumergido.
El Estado es el que puede equilibrar para promover desarrollo y, después de muuuuuchos años de ayuda social, educación y cambio cultural, acercarnos a niveles de desempleo más bajos. Prometer pobreza cero en un país capitalista en donde los privilegiados son cada vez más liberados de sus tributos para ganar más, es una mentira para la gilada. No se ha inventado aún un sistema político económico que pueda bajar la pobreza y las condiciones de subdesarrollo si no hay un Estado muy presente y mediador de los intereses de todos. Los países nórdicos tienen una presión del 50% sobre las actividades económicas de todos y ese enorme volumen de recursos económicos, son distribuidos de maneras inteligentes para asegurar una población desarrollada, incluida y feliz. Pero ningún medio de comunicación y ningún empresario quiere que sepamos esto.
Mientras tanto el 51% sigue de joda porque los medios que consumen (Clarín, La Nación, Radio Mitre, Radio 10, Radio Continental, etc.) les están haciendo creer que Milagro Sala es chorra, todos eran ñoquis y que hubo malversación de fondos en cada rincón del Estado.
Para estos mega medios opresores que responden a los intereses buitres, agroexportadores y del sistema capitalista de intereses concentrados, el verano pasa por la fuga importantísima de Pérez Corradi.
El desmantelamiento de un sistema que funcionaba para todos, les importa un pito.
Seguimos pensando.-