Balance de Britos

Pasó un año de gobierno comunal. Conocimos a un "no kirchnerista” al mando del poder ejecutivo. ¿Cómo nos fue a todos con este descubrimiento?

Creo que una de las principales fortalezas es asumir la "carestía de recursos”. Al no tener una "teta a demanda e infinita” como sí tuvieron los anteriores gobernantes, Guillermo Britos tuvo que acostumbrarse a pensar la gestión con recursos propios o los coparticipables disponibles.

Un gran acierto, más por necesidad que por convicción posiblemente, fue la abolición del mega fastuoso corso que se llevaba, en apenas unos fines de semana, millones y millones de pesos de nuestros fondos públicos.

También valoro la vuelta al estacionamiento medido y sobre todo con la invención de la propia Dirección de Informática de la ciudad que permitió, con recursos humanos chivilcoyanos, reemplazar la anterior concesión privada.

Luego no veo otras innovaciones que puedan hacernos sentir "que este gobierno vino a revolucionar significativamente la vida de los chivilcoyanos”. El 80% de los puestos de gestión están en manos amigas o militantes sin formación o capacidad demostrable. Los gobiernos locales, desde el advenimiento de la Democracia, siguen eligiendo "lo que tienen a mano”. Esa ruleta casi siempre (salvo honrosas excepciones como Adrián Vila como Secretario de Cultura) cae en manos de gente con muy buena voluntad, pero sin posibilidad ni siquiera de armar un plan estratégico a corto y mediano plazo de su área.

Tampoco se ve una gestión mejor ni ideas novedosas en aquellos funcionarios ni consejeros escolares que sí podrían innovar en los niveles de enseñanza de nuestro sistema educativo.

En cuanto al cuidado de calles de tierra, alumbrado público, cuidados de plazas y carteles indicadores de calles, tampoco podemos pensar que el voto popular haya demostrado que esta gestión quedará en la historia del pueblo por esos motivos. Sólo por hablar de mi barrio, entiendo que los demás periféricos deben padecer similares carencias, los mantenimientos se ven muy tardíos y sin programación.

Por otro lado siento que hay que seguir explicando la vital importancia de la educación vial y la convivencia comunitaria, hay que seguir pensando en el rol educador de las fuerzas del Estado, hay que seguir diciendo (como hace 16 años cuando empecé a escribir con el primer gobierno de Ferzola) que al aparato productivo de nuestra ciudad hay que visibilizarlo y promoverlo internamente, para que forme parte de un tejido de necesidades, intereses y vocaciones infantiles y juveniles.

¿Qué si veo un estratega o un estadista que pueda impulsar novedosos cambios hacia el desarrollo de nuestro partido?

No sé. No los veía tampoco con el gobierno del FPV que, a pesar de tener el increíble y prebendario viento de cola randazzista y hacer obra pública las 24 horas durante 12 años, no pudieron trazar una mirada de largo plazo hacia el desarrollo de la ciudad.

Crecimiento de comercios, boulevares y cloacas no es sinónimo de calidad de vida con equidad y crecimiento educativo inclusivo.

De todos modos, Guillermo Britos es un hombre muy trabajador y con una interesante mirada hacia el interior de nuestros pueblos rurales. Esa desentralización es síntoma positivo de un pequeño "federalismo local” imprescindible.

Abogo por que este primer año haya sido un "salir a la cancha” con las improntas del caso. Deseo más profesionalismo en cada área de gobierno y una actitud humana que no piense, en forma automática, que en los conflictos políticos y en la violencia verbal y simbólica, está el camino para generar grandeza.

De todos modos, la historia pondrá cada cosa en su sitio.

Seguimos pensando.-