Por Fernando Poggio

2016, el año que le tocó gobernar por primera vez a Guillermo Britos

domingo, 11 de diciembre de 2016 · 00:00

Ayer se cumplió el primer año de gestión como intendente del Municipio de Chivilcoy del ex comisario general de la Policía de la provincia de Buenos Aires y ex diputado provincial. Se convirtió en jefe comunal de una ciudad que había crecido descomunalmente en los 12 años anteriores, pero muchas condiciones políticas externas e internas del peronismo y de las administraciones municipales que lo precedieron, más su propia figura que logró instalar en la comunidad, hicieron que se presentara la oportunidad de ganar una elección que parecía imposible arrebatarle al randazzismo.

Britos se inscribe en la oleada de dirigentes que quiere volver a instalar la idea de que la gestión no debe ser atravesada por la política. Muchas veces ha hecho referencia a que, como jefe comunal, no está para hacer política, sino para gestionar y mejorarle la vida a la gente, como si estas dos últimas acciones no estuvieran dentro de la actividad política que ejerce. Si hay algo que ha hecho Britos, con sus luces y sombras, más de estas últimas que de las primeras, fue hacer política. Todo el tiempo, inclusive cuando él mismo creía que no la hacía.

Su condición de ex comisario acostumbrado a mandar en una organizacional verticalista como es la Policía, más allá de los cuestionamientos previos que se le efectuaron para tratar de percudir su imagen política por ser ex policía bonaerense, fue uno de los rasgos más fuertes de su primer año. Acostumbrado a ordenar y no ser objetado en esas órdenes, generó más de un conflicto puertas adentro de la administración municipal, y también de cara a la sociedad y las demás fuerzas políticas.

Pocas veces en la historia de Chivilcoy hubo un jefe comunal más confrontativo que Guillermo Britos. El confrontar con quien no piensa igual o con quien representa intereses contrarios no está mal. Es más, es parte de la construcción y la lógica política. Pero su propio accionar desmontó la falacia con el que, algunos sectores de la política, entre los que se inscribieron el gobierno nacional de Cambiemos y el intendente de nuestra ciudad, intentaron hacerle creer a la población que venían a unir, a dialogar, a respetar y terminar con las "confrontaciones” y las "grietas” por pensar distinto.

Lo hizo con los medios de comunicación, con periodistas, con movimientos sociales, gremiales y políticos, con referentes de otros espacios políticos y con jueces. Muchas veces sus reacciones fueron desmedidas y hasta injuriantes, otras, respuestas de tono político duro. En algunas, la razón estuvo de su lado, en otras, no.

Su mayor enfrentamiento fue con Sebastián García De Luca, viceministro de Interior de la Nación y referente local de Cambiemos. Sus acusaciones fueron durísimas, hasta llegar casi al punto de no retorno. Sobre el final de año, los decibeles bajaron y casi parecen haber quedado en el olvido.

En líneas generales fue tratando de cumplir en la actividad cotidiana del Municipio y avanzar en aquellos temas que fueron prioritarios en su campaña: La zona rural y la seguridad. Este último ítem fue su máximo estandarte y en lo que apostó e invirtió fuertemente. Fue tal vez en lo que más trabajó en este primer año, pero los resultados no fueron ni cerca lo que la comunidad esperaba. Porque, como Britos y los especialistas saben, no es con mayor cantidad de patrulleros, cámaras de seguridad, efectivos policiales, Guardia Urbana o Grupos Motorizados que se logra reducir los índices delictivos, sino con mayor presencia y contención en los sectores más desprotegidos por el Estado, instrumentando políticas de inclusión.

En etapas de crisis económicas y ajustes sobre los que menos tienen, como el que está aplicando el gobierno nacional y provincial, se disparan todos los índices de criminalidad. No por culpa de los pobres, sino por la profunda desigualdad que esas políticas generan. Más desigualdad, más violencia. Por supuesto que las cuestiones nacionales exceden la responsabilidad de un intendente. Lo que no lo excede es el trabajo social en los barrios, sin estigmatizaciones y con políticas de contención.

El primer año fue difícil y de mucho desgaste para el jefe comunal. La lógica policial o legislativa no es la misma que la Ejecutiva al frente del Municipio. Se deben aprender nuevas lógicas de relaciones y desaprender otras que se traen con anterioridad. La ciudad es compleja y la sociedad aún más. Está en un lugar en el que los planetas no están alineados. Los gobiernos nacionales y provinciales están gobernados por un espacio político que no le es propio. Este escenario le puede dar oxígeno en cuanto a determinadas responsabilidades que lo exceden, pero siempre, a la corta o a la larga, el vecino le termina pasando factura al que tiene más a mano y generalmente es el intendente. Britos ya lo sabe con los tarifazos y las reacciones que se produjeron. Y su primera respuesta nunca fue la mejor. Primero confrontar y después, cuando la protesta crecía, dialogar. Tal vez el próximo año, invierta esta fórmula y pague menos costos por problemas ajenos. Seguramente será así. Es año de elecciones.

Comentarios

15/12/2016 | 15:26
#164795
El muerto ríe del degollado. Pretenden continuar echando culpas en vez de gestionar, de cumplir los mandatos de la gente, de buscar su bienestar. Lamentablemente hay un equipo de gestión municipal que asombra por su inoperancia, falta de tacto y eficacia. Debemos ver cuantos cambios hubo en este año, cuantos funcionarios se le alejaron, cuantas buenas personas se dieron cuenta de la farsa y huyeron despavoridos. A poco de iniciar su gestión (?) se fueron un concejal (a Cambiemos), empleados municipales, se peleó con García De Luca, la directora asociada del Hospital (García Danensa), la secretaria de Bienestar Social (Dra Sabella), dos jefes policiales (López y Díaz) y ahora un tercero (Vargas). Y la lista seguirá seguramente, porque el problema no son los otros, el problema es él y su necesidad de protagonismo.
11/12/2016 | 20:11
#164794
NO IMPORTA si no aprovas e comentario, alcanza con que lo leas
11/12/2016 | 14:15
#164793
Que Chilvilcoy creció descomunalmente en 12 años?!!!!! Además de la pobreza (llegamos a tener la primera villa miseria de la historia de la ciudad durante el kirchnerato ....pasen y vean lo que hay en la zona de la estación de trenes), la inseguridad verdaderamente descomunal que todavía padecemos y que dejaron los K, el hospital municipal que no alcanza ni los mínimos estándares de salud internacionales..., los caminos rurales en estado penoso, los baches y veredas rotas que se generalizaron en prácticamente toda la ciudad, las inundaciones producto de la falta de limpieza de alcantarillas y desagües. Se gastaban en corsos y bulevares estúpidos mientras no limpiaban los desagües.... hasta construyeron el acceso Néstor K sin desagües!!!! Chivilcoy lamentable se parece más a lo peor del conurbano bonaerense que a la ciudad del interior pujante y con calidad de vida que lamentablemente perdimos hace ya décadas y que se terminó de estropear durante el régimen del clan mafioso de los Kirchner.
11/12/2016 | 11:25
#164792
¡¡ FUERZA GUILLERMO !! Los chivilcoyanos te bancamos porque no queremos más kirchnerismo. Si hubieran hecho tan buenos gobiernos como creen que hicieron, vos hoy no serías el intendente. Nada de diálogos con los K, mantené esa postura que los beneficios van a ser superiores a los perjuicios. No son nada más que simples ladrones y deberían estar todos en la cárcel.