Por Marcelo Elias

Macri apuesta a la planificación y al consenso

Por Marcelo Elias
lunes, 24 de octubre de 2016 · 11:51

Que hay cuellos de botellas en materia económica es innegable, que el gobierno se suele ver sometido al estrés de decidir por lo menos malo, o teniendo en cuenta lo urgente también lo es.

El déficit fiscal debe ser atacado, se deben equilibrar las cuentas públicas, es un paso ineludible hacia la normalidad, base mínima para el desarrollo.
Si se plantea que a mayor velocidad más beneficios es correcto, sin déficit no hay emisión y sin emisión no se alimenta la inflación, sin inflación no se afecta a los sectores de ingresos fijos y a los más vulnerables.
Nadie en su sano juicio, más allá de su pertenencia ideológica puede disentir con esto, no hay que olvidar que NK se vanagloriaba de los superávits gemelos.
Pero, a la hora de actuar el gobierno se muestra muy prudente, aunque algunos sostengan que no comprende ese objetivo prioritario.
A primera lectura, las criticas parecen correctas e incluso hasta se puede plantear que en alguna medida no se cumple el discurso de campaña. Pero no se puede ignorar, el contexto político y social para tomar estas u otras medidas necesarias y deseables.
Algunos ítem del contexto: un 32% de compatriotas pobres, un 6% viviendo en la indigencia, un millón y medio de jóvenes que no estudian ni trabajan, problemas elementales de infraestructura sanitaria, carencias de servicios de agua y cloacas que afectan a millones de argentinos, déficit habitacional. Son algunos de los elementos que, con buen criterio, toma en cuenta el Presidente Macri para "regular” la velocidad y profundidad de medidas económicas que más allá de ser técnicamente correctas podrían agravar la situación social.
A esto hay que sumarle los problemas de infraestructura que afectan la productividad y por lo tanto encarecen los costos/precios para el mercado interno y nos dejan fuera de competencia en el internacional. 
Y situaciones de desequilibrio en la distribución de recursos como por ejemplo la que sufre la provincia de Bs. As, que recibe en concepto de coparticipación de impuestos $ 3600 al año por habitante, los que comparan con $ 7500 para el promedio nacional y con $ 9700 para Córdoba y $ 11.000 para Santa Fe. Si Buenos Aires recibiera el 38% de la coparticipación, proporcional a su población, contaría con $ 8000 pesos por habitante por año, o el equivalente a US$ 6000 millones por año adicionales
Como se observa la situación es compleja, requiere mucha evaluación, planificación y consensos, ya que el mediano y el largo plazo deben ser previsibles para operar las transformaciones necesarias

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