Por Fernando Poggio

Es hora de repensar las sanciones deportivas

lunes, 24 de octubre de 2016 · 00:00

Es momento de repensar algunas sanciones en lo deportivo. El club Florencio Varela fue sancionado por una agresión a un asistente arbitral por parte de un hincha ubicado en la tribuna. La institución actuó inmediatamente, prohibiéndole al agresor el ingreso al club por un año. Pero el Tribunal de Penas, según sus atribuciones, castigó al club con la quita de nueve puntos en el torneo de Primera división, más una multa económica.

Sabemos que, desde tiempos inmemoriales, los castigos, más que tratar de reparar, buscan disciplinar, controlar. Porque el mensaje que se envía al que está por debajo de ese poder, es hacerle saber quién tiene precisamente el poder. Se castiga al culpable para enviarle un mensaje al resto de la sociedad para, supuestamente, "sostener el tejido social”.

Pero en el fútbol se va más allá. Lo que se hace es castigar a toda la sociedad, en este caso al club. Ese es el "espíritu disciplinador” que no repara ningún tejido social, sino que lo deteriora aún más.

 

Comentarios