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La política, Isabel y yo...
Por Lourdes ZaccardiMuchos días dudé, en seguir o no este camino que tanto me apasiona, este camino de construcción política permanente, construcción de ideas y proyectos, llevando adelante la identidad radical, heredada con el simple objetivo de trascender las fronteras de mi partido para ponernos al servicio de los que más nos necesitan.
Muchos días lo pensé, y muchos días sentí que tanto desgaste era una pérdida de tiempo, que no valía la pena dejar a Isabel, mi hija, de tan sólo 4 años, sin su mamá, en pos de la utopía que nos regala la política a todos lo soñadores.
Una vez, Isabel, con su inocencia, me preguntó por qué yo trabajaba tanto y no estaba con ella, por qué yo hablaba por radio y no estaba con ella y, en ese momento, le dije: Isabel, lo hago por vos, para dejarte un futuro mejor, una educación mejor para vos, para tus amiguitas. Para todos.
Isabel, todas estas ausencias de mamá, todas estas horas que mami no está con vos, son porque estamos trabajando, para mejorar la ciudad en la que vivís, en la que vivimos.
Isabel, si todos nos jugáramos y aportáramos un granito de arena, todo iría mejor...
A veces la mirada inquieta de Isabel, clavada en mis ojos, presagia algún pedido especial, o algo para resolver, esta vez me dejó, sin palabras...
Mami, yo quiero ayudarte, quiero que esté todo mejor, llevame, porfi... Yo te ayudo.
Isabel, desde su inocencia, me comprometió a trabajar y redoblar día a día los esfuerzos, para conseguir el futuro que ella se merece, el que todos nos merecemos, un futuro que nos garantice la educación, trabajo digno, cuentas claras.
Escuchar a Isabel, me convenció, definitivamente, que tenemos que luchar por nuestros sueños, por nuestros ideales, que la lucha no es en vano. Que no existen ni el triunfo ni el fracaso como cuestiones determinantes de felicidad o de tristeza. Existen los sueños. Existe el compromiso.
Por eso, elegí este destino, de caminar a la par del vecino, con la idea de construir juntos una ciudad justa, porque ese es el futuro que quiero para mi pequeña Isabel. El que quieren todas las madres para sus hijxs.
Escuchar a Isabel me hizo acordar aquella frase de Gandhi que decía: "mañana tal vez tengamos que sentarnos frente a nuestros hijos y decirles que fuimos derrotados. Pero no podremos mirarlos a los ojos y decirles que viven así porque no nos animamos a pelear".
Lourdes Zaccardi