Opinión
Hagamos política partidaria en otras circunstancias
Por Fernando GregalioSólo aquel que recorrió las zonas más afectadas del partido de Chivilcoy por las inundaciones puede comprender la angustia y desesperación de los vecinos que sufren la pérdida de lo que tanto le costó tener. El dolor que significa el tener que cerrar la puerta de la casa y dejar todo con un metro y medio de agua, como es el caso de Don Simone, que con sus 88 años debió hacerlo dos veces en los últimos dos años y sin saber cuándo regresar. Eso solo lo siente aquel que lo padece. No hay palabras de aliento o dinero que pueda apagar tanto dolor.
Estas líneas las decidí escribir después de haber recorrido varios lugares inundados y de haber leído y escuchado muchos comentarios de gente que no salió desde el centro de la ciudad donde por suerte no hubo mayores inconvenientes, pero del otro lado de las rutas 5, 30 y 51 viven gente que son chivilcoyanas y que la están pasando mal.
Como estamos en democracia y hay muchos opinologos, yo quiero opinar, porque considero que con el solo hecho de haber estado con los damnificados y haberme mojado el lomo, cuando otros no, estoy en todo mi derecho de hacerlo.
Haciendo una lectura muy generalizada considero que se trabajó muy poco en la zona rural y desordenadamente, no en conjunto con todos los actores. Desde la última inundación se viene hablando de los canales clandestinos que literalmente y sin medir consecuencias arrojan sus aguas a las calles. Por qué esos canales no fueron tapados, por qué no se actuó a tiempo y no con el agua en el cuello. Muchas preguntas, pocas respuestas y cuando digo respuestas digo acciones.
Sin ir más lejos, la Asociación Rural de Chivilcoy realizó un relevamiento por la zona rural marcando diferentes problemáticas, una de ellas canales clandestinos y nadie intervino para hacerlos tapar y hoy muchos productores tienen "el agua al cuello” por algunos inescrupulosos que arrojaron sus aguas a las calles con el afán de tener sus campos liberados y poder sembrar.
Pero acá hay varios culpables, el cambio climático que aunque cuesta reconocerlo ya se instaló, la desidia de algunos hombres de campo por sembrar soja y el municipio, por la falta de mantenimiento en la mayoría de los caminos rurales. No se hicieron los trabajos como corresponden, muchas alcantarillas rotas o tapadas, las plantas en las cunetas, y hoy los caminos de la producción son grandes piletones. Un abandono de los caminos rurales que viene de décadas y hoy se pagan las consecuencias. Pero lo que no se hizo en su oportunidad pasado está y como es bueno pensar en el futuro, la pregunta es, ¿qué se hará para evitar estos problemas?
Hay que reconocer que el Municipio llevó adelante algunas obras que permitieron que la ciudad no se inunde como otras de la provincia de Buenos Aires, pero a consecuencia de haber creado un dique de contención que está funcionando en la Ruta Provincial Nº 30 y que provocó que campos bajos y altos, chalet, casas o ranchos que se encuentran en las inmediaciones de la Cañada de Madariaga paguen sus consecuencias. Unos pocos por unos muchos.
Como está la Ruta 30 en el tramo comprendido entre la Avenida de la Democracia y calle 542 no se debe descuidar porque está contendiendo una masa de agua de muchos kilómetros.
Sabemos que el evento climatológico ocurrió junto a un acto eleccionario y si bien hubo palabras desde el oficialismo y la oposición sobre la situación no hay que echarse las culpas unos a otros, lo que se hizo o se dejó de hacer, pienso que es hora de trabajar en conjunto y
en prevención principalmente, sin tratar de obtener una ventaja a costas de los inundados pensando en las elecciones de octubre, porque en definitiva el vecino será el que entre al cuarto oscuro y elija su futuro gobernante.
Muchachos hagamos política partidaria en otras circunstancias y recorramos la zona afectada "chapaleando” barro y no ver las fotos que se suben a las redes sociales de lo que está sucediendo con los chivilcoyanos que tienen sus casas o campos totalmente inundados.
Con el paso de los días el agua seguramente se irá y los damnificados volverán a sus casas. Es ahí donde el gobierno y la oposición deberán llegar con todo tipo de asistencia, porque ese día para esos vecinos, será como volver a empezar.
Fernando Gregalio.