Opinión

El reposicionamiento del randazzismo en la Cuarta Sección Electoral

Por Fernando Poggio
viernes, 24 de julio de 2015 · 00:00

El apoyo de Darío Speranza a Julián Domínguez como candidato a gobernador bonaerense fue noticia para muchos medios nacionales porque llevó implícito el acompañamiento de Florencio Randazzo a su rival político dentro del peronismo de la Cuarta Sección Electoral.

La decisión del ministro de no competir en la provincia de Buenos Aires dejó allanado el camino a otro dirigente político nacido en Chivilcoy pero que desde los seis años de edad vive en Chacabuco, Julián Domínguez, que confrontará en las PASO con Aníbal Fernández.

Incluso, el histórico renunciamiento de Randazzo a ser el posible gobernador a partir de diciembre de 2015 lo desplazó de la discusión en el armado de las listas a nivel seccional donde primó el ahora renovado y potenciado peso político del presidente de la Cámara de Diputados de la Nación.

Pero el implícito respaldo de Randazzo, a través de Darío Speranza, devuelve parte del terreno perdido en las últimas semanas en la región, especialmente por el importante caudal electoral que elección tras elección aporta Chivilcoy en la Cuarta Sección.

Quedó claro que el Ministro de Interior y Transporte ha prácticamente cerrado su futuro político inmediato ante la negativa de jugar en la provincia de Buenos Aires, donde tenía grandes chances de ganar con comodidad, atado a su definición de "presidente o nada”, pero días atrás, en un medio periodística de la provincia de Santa Fé dejó abierta la posibilidad de seguir de lleno en la arena política: "A partir del 10 de diciembre seré un militante más. El que me quería votar, tal vez tenga la oportunidad en otro momento”. Y la señal de apoyo a Domínguez podría ser el primer movimiento en ese sentido.

Es difícil imaginar a Randazzo aceptando un posible ofrecimiento de Domínguez en alguna función ejecutiva de la Provincia tras haber desistido de competir por lo que se considera, el segundo cargo más importante a nivel nacional como es la gobernación de Buenos Aires, pero puede ser también el tiempo de reposicionamiento mirando a los próximos cuatro años llevando a cuestas el prestigio que "el cumplimiento de la palabra” le dio en amplios sectores de la población y por su impronta de gestionador eficaz al frente de la recuperación del servicio ferroviario o los nuevos DNI.

Todo este posicionamiento implicaría pensar a largo plazo, aunque para la frenética vida política argentina, cuatro años no es nada. Lo cierto es que el randazzismo dio muestras de seguir activo más allá de que tiene por delante una parada compleja y desafiante que es la de mantener el gobierno local por otro período sin el arrastre de esa enorme "locomotora” que era la figura de Randazzo compitiendo a nivel nacional. Darío Speranza se ha afianzado en la confianza de una importante porción de la sociedad pero enfrente deberá competir con un contrincante político que el oficialismo no tenía desde hace más de una década: Guillermo Britos.

También la decisión de acompañar a Domínguez, a quien Speranza lo presentó como un chivilcoyano-chacabuquense, permitiría darle un nuevo oxígeno a la actividad militante, que tras el dolor de haber perdido a su candidato a presidente, necesitaba un nuevo empujón para el doble compromiso electoral que se avecina, las PASO y las elecciones generales de octubre.

Comentarios

31/7/2015 | 18:23
#164794
Ya que fue a Chivilcoy, seguro que fue a ver el monoblock que alquilaba cuando era un pelagatos. Mirá que mal le fue al Julian, NUNCA TRABAJO EN SU VIDA y hoy vive una vida de lujos. Financiado por millones cabeza de termo.
24/7/2015 | 13:09
#164793
Primero iban con Randazzo, y lo bajaron. Ahora con Domínguez, y va a perder la interna. Después irán con Aníbal Fernández, la tercera es la vencida. Estos sí que son tipos de convicciones.