Arriba la perla

Amigos, el mundo no se cae abajo!

El cielo no se desploma como en el diluvio de Noé!
domingo, 28 de junio de 2015 · 00:00

Muchos conciudadanos están preocupados porque "ahora se cortará el chorro de Florencio y caeremos en un pozo depresivo!”

En primer lugar no es sano que un funcionario de rango provincial o nacional influya o haya influido discrecionalmente en el envío de fondos, planes u oportunidades de crecimiento para Chivilcoy. Siempre lo dijimos; esos deslices son inapropiados e insolidarios con el resto de las ciudades de nuestra república. ¿Por qué Chivilcoy y no Suipacha? ¿Por qué Chivilcoy y no Choele Choel? ¿Por qué Chivilcoy y no Vicuña Mackenna?

Pedir y recibir favores cuando el poder tiene cara conocida es un disvalor que la mayoría no visualiza. A todos les parece normal que alguien de nosotros que está cerca del poder fuerce los mecanismos para que nos beneficiemos. Hay algo que tiene que ver con el sentido de la justicia y la ética que todavía no terminamos de aprender. La gente común cree como un derecho natural que si un chivilcoyano está en un alto cargo "debe” traer cosas a Chivilcoy. No se conforman con el orgullo porque alguien de los nuestros llegó a un puesto destacado y notorio, no; la gente común quiere la prebenda. Si "trae la prebenda, entonces quiere a su pueblo”... nada más primitivo y poco democrático. Que alguien de nuestro pueblo ocupe un lugar destacado en la política, el conocimiento, las artes, el deporte o las ciencias debe, ni más ni menos que producirnos orgullo.

Orgullo no es guita, fondos, cheques, donaciones, planes de cualquier tipo.... es ORGULLO y punto. Otros pueblos, otras ciudades, otros argentinos esperan de los funcionarios las mismas oportunidades que nosotros para crecer y desarrollarnos. ¿Y ahora que el Floro le dijo que no a su oportunidad política de crecer? ¿Y ahora que Florencio le dijo no a la Presidenta para ser gobernador de la Provincia? ¿Ahora se cae el mundo?

Ni se cae el mundo ni se cae Florencio. La política da vueltas y ya va a encontrar un nuevo nicho en donde hallar abrigo, mientras tanto los chivilcoyanos debemos reencontrarnos (como el 99% de las ciudades de nuestro país) con nuestros talentos y nuestras capacidades, con nuestras fortalezas y nuestras debilidades. Papá ya no está disponible como antes. Ya cumplimos la mayoría de edad y tenemos que luchar con todas nuestras luces para lograr más y mejor desarrollo.

Sintámonos adultos de una buena vez, redoblemos esfuerzos y pongamos proa a nuestro desarrollo colectivo.

Nada puede detener a un pueblo que sabe que sin esfuerzo no hay recompensas.

Seguimos pensando.

 

Diego Manusovich

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