Por Carlos Dellepiane

Randazzo

miércoles, 24 de junio de 2015 · 00:10

En estos días no han sido pocas las personas que me han preguntado por la situación de Florencio. Ante la inquietud que advierto decidí pedir la publicación de estas líneas. Dar una opinión es un derecho, pero en mi caso también es un deber. Hablaré como peronista, desde una vereda que no es la suya. De Florencio me separan algunas cosas. Por de pronto él es joven y yo he dejado de serlo. También la forma de ver algunas cosas, resultado sin duda de experiencias políticas distintas. Pero el peronismo tal como lo he entendido y practicado, admite la diversidad de posturas. Dicho esto deseo referirme a dos cuestiones.

La primera: Florencio no disputará la candidatura presidencial. Ortega y Gasset nos ha dejado algo que para mí es un hallazgo. En Meditaciones del Quijote ha dicho "Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella, no me salvo yo”. Esta fórmula para definir nuestra existencia –sencilla, concisa, reveladora y sugerente- nos sirve para explicar muchas cosas. En nuestro caso, más allá del empeño de Florencio, las circunstancias que lo rodearon se anudaron de tal manera que lo obligaron a desistir. Nunca sabremos cuál habría sido el resultado. Pero sí podemos saber que hubiera ocurrido con los contendientes.

Cuando dos personas van a disputar la misma candidatura siempre me pregunto quién de ellos es el campeón y cuál el desafiante. El campeón no puede perder, el desafiante puede perder sin consecuencias, es más, es posible que salga fortalecido. Cuando pierde el campeón no se recupera más. Scioli era instalado para algunos como el favorito, mientras Florencio aparecía en forma clara como desafiante. Alfonsín, De la Sota, Mitterrand en Francia, entre otros, perdieron elecciones siendo desafiantes y todos finalmente, con el paso del tiempo, alcanzaron su objetivo. Cafiero perdió siendo el campeón. Nunca se recuperó.

Florencio, aún perdiendo, hubiera ocupado un lugar que lo dejaba habilitado para movimientos posteriores.

La segunda: de acuerdo a lo que ha trascendido le habría sido ofrecida la candidatura a gobernador, que no aceptó porque había prometido al electorado no hacer una cosa así. Esta decisión ha causado sorpresa porque no es habitual entre nosotros una renuncia de estas características. No renunció a un terreno en la Luna. Renunció a una candidatura que podría haberlo llevado si las circunstancias –siempre las circunstancias- lo hubieran querido, a la Gobernación de Buenos Aires.

Alguna dirigencia ha salido a acusarlo de individualismo, pero sinceramente no veo que esta sea la opinión de la calle.

La política es gestual y la renuncia ha sido un gesto político, a mi juicio, por lo inusual, de derivaciones insospechadas. Algunos sostienen que superada la sorpresa, el efecto del gesto se irá perdiendo y volveremos a lo que ha cobrado habitualidad, que la palabra no tenga valor. No lo creo así. Puede que este hecho, por lo extraordinario, haya convertido a Florencio en una suerte de fantasma de la política que aparece y desaparece según las circunstancias, pero que todos saben que permanece en la obra. Para mí ha protagonizado un hecho que lo convierte en una figura ineludible de la política argentina, con seguridad más allá de su voluntad.

Ernesto Jünger decía que en realidad nacemos cuando aprendemos a decir no. Que cuando vemos a un niño, que aún no aprendió a hablar, rechazar algo con un movimiento de manos, podemos decir que allí ya hay un hombre. Perón, por su parte, nos enseñó que el suya era un movimiento de hombres libres e insumisos. Para él esto no conducía a la anarquía, por el contrario, garantizaba la conservación de su vitalidad en el tiempo. No nos quería callados. No nos quería dóciles. Más cerca, el Papa Francisco les ha dicho a los jóvenes que hagan lío, que se hagan valer. Finalmente, la ensayista Claudia Korol, en una interpretación un tanto extravagante pero de una realidad absoluta sostiene que nacer es un gesto político, el primer acto de autonomía de una persona.

Florencio ha dicho no. Ha honrado la palabra dada. Desde mi lugar apreció el gesto que ha tenido. Para mí la vida se resuelve en la tensión entre lo que somos y lo que quieren hacer con nosotros.

Comentarios

27/6/2015 | 13:37
#164787
qaqaaa
26/6/2015 | 11:47
#164786
Cuando dice que en el peronismo se admiten todas las posturas...es para justificar que un año son menemistas, otro son K, antes fueron zurdos montoneros y antes el fundador apoyó al nazismo y al fascismo, y hasta era aliado de Franco en España. Y todo para vivir de la profesión política. Este señor llegó a estar en el banco provincia sin siquiera entender ni un balance de una empresa. Así está la Argentina después de 70 años de compañeros ......
25/6/2015 | 02:54
#164785
UN VALOR QUE NO SE PIERDE....DIGNIDAD! BIEN POR FLORENCIO!