Lo implícito y lo explícito de lo que se juega este año

Los actos de apertura de sesiones del Concejo Deliberante suelen poner, de cara a la sociedad, las distintas posiciones políticas que los partidos tienen sobre la ciudad que imaginan y desean tener, lo que se ha hecho en ese sentido y también los modelos de país al que aspiran sostener o imponer.

Uno de los principales protagonistas es el intendente de la ciudad, que por tradición y mandato de la Ley Orgánica, deja inaugurado el ciclo de sesiones ordinarias del órgano más representativo del arco político local, por tener a su cargo la responsabilidad de llevar adelante la administración municipal, cuyo accionar está indisolublemente ligado a la labor parlamentaria por ser el Concejo quien debe convalidar sus actos de gobierno.

De los discursos que los intendentes brindan frente a los representantes de los partidos políticos elegidos por la ciudadanía, se esperan tanto los informes de gestión y proyectos a llevar adelante como definiciones políticas relacionadas no solo al mejoramiento de la ciudad y la calidad de vida de los vecinos sino también sobre qué matriz ideológica se van a cristalizar.

En el discurso del intendente Darío Speranza, el primero como jefe comunal, hubo mucho de lo primero y poco de lo segundo de manera explícita. En las dos horas y catorce minutos que duró su exposición, hubo una superabundancia de datos relacionados a la gestión en cada una de las áreas municipales.

El extenso recorrido que realizó Speranza muestra el imponente accionar de un Estado Municipal en materia de salud, obra y servicios públicos, educación, seguridad, cultura, manejo de los recursos, recaudación, cobertura y contención social, promoción y ampliación de derechos.

Hubo pocas definiciones políticas explícitas pero el trabajo que allí se relató exhibe el posicionamiento ideológico del gobierno local, que va en sintonía con el modelo de país que lleva adelante el gobierno nacional y que se pondrá en juego en las próximas elecciones.

En el discurso de Speranza faltaron definiciones más contundentes sobre lo que estará en disputa en este año, que sí estuvieron presentes en las exposiciones del concejal del Frente para la Victoria y presidente del Concejo Deliberante Dr. Ovidio Pollarolli y en el del representante del macrismo en Chivilcoy, Sebastián García De Luca.

Ovidio Pollarolli habló sobre los dos modelos de país que claramente opuestos van a estar en disputa en las elecciones de octubre. Uno es el que ha llevado adelante el kirchnerismo en el gobierno nacional y el otro que está representado en gran parte de la oposición, con el Pro a la cabeza. "Tenemos por un lado, el modelo del ’90, del recorte de los salarios, el ajuste y endeudamiento y por otro tenemos un modelo de inclusión e igualdad, de industrialización, justicia con memoria y verdad. Chivilcoy creció bajo el marco de ese modelo, que permitió que esas políticas se desarrollaran y llevaran adelante un crecimiento que nadie puede negar y que fue acompañado casi en soledad por el bloque del Frente para la Victoria. Por eso este año es tan importante, porque son los cuerpos deliberativos los que dan ese marco normativo y debemos votar con memoria”.

Por su parte, Sebastián García De Luca, del Pro, dijo que quienes piensan que hace falta un cambio, deben votar a Mauricio Macri, "para que el Estado no esté al servicio de los amigos del poder, que solucione en serio los problemas de la gente, donde se deje de ocultar la pobreza o la inflación, que exista un equipo de gobierno en el cual no estén los amigos y los militantes por ser solo militantes”, aunque el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no es el mejor ejemplo para hablar de un Estado que no está al servicio de los amigos del poder, amén de su mirada negativa sobre el sentido de la militancia política, que entre otros objetivos, es la de llegar a ser gobierno para poder hacer realidad sus ideales y sus proyectos.

Las definiciones políticas de lo que se juega este año estuvieron presentes en el Concejo Deliberante, aunque debiera haber sido el intendente, como jefe político de la ciudad, quien debió hablar plantado con mayor contundencia y firmeza, las banderas que le han dado identidad a este proceso político.