Opinión

De los globos amarillo al Gobierno Nacional

Por Leandro Crespi
domingo, 22 de marzo de 2015 · 00:02

Después de escuchar las barbaridades de Aníbal Fernández sobre el fiscal Alberto Nisman uno está curado de espanto. Cosas más simples pero complejas en su logro plantea el candidato a presidente del Pro, Mauricio Macri respecto a su futuro. Dijo que si gana las Paso a sus hoy contendientes, Ernesto Sanz y Elisa Carrió, no necesitará del Radicalismo y si la mayoría de la gente lo vota será para que gobierne él.

Estas declaraciones me llevaron a mirar un poco el mapa político del País y observé que Macri no tiene ningún gobernador en la actualidad. Que solo tiene posibilidades de ganar dos provincias con candidatos propios (Santa Fe y Entre Ríos) y lo que más debería preocuparlo son los 18 diputados nacionales que posee actualmente sobre un total de 257. De esos 18 renueva sólo 4 obviamente que aumentará su número actual pero para tener quórum necesita 130.

El Radicalismo está en condiciones de obtener el gobierno provincial en Mendoza, Córdoba casi con seguridad y cuenta con esperanzas reales en Santa Fe, aliado al Socialismo, Tucumán, Corrientes, Jujuy, Catamarca y Santa Cruz. Además en el plano legislativo cuenta con 35 legisladores en la Cámara de Diputados de los que renueva sólo 11. Haciendo una cuenta en el aire la U.C.R. podría llegar a los 65 legisladores más los 10 senadores propios con los que cuenta sumando algunos más.

Cabe la aclaración que en el Senado el Peronismo, aún sufriendo una derrota mantendrá la primera minoría. La esperanza de la oposición es que un sector de ese Peronismo sea siempre más permeable a los acuerdos parlamentarios que a los enfrentamientos cuando no son oficialismo.

Nadie puede dudar que la estructura Radical ha realizado un acuerdo audaz pero que suena productivo ha futuro. En el peor de los casos recuperará varias gobernaciones, legisladores y municipios. Más allá de lo que opinen algunos dirigentes como Julio Cobos que fue vice del kirchnerismo o Ricardo Alfonsín que fue aliado de De Narváez. El centenario Partido está buscando su reposicionamiento y el incremento de su patrimonio político. Sin liderazgos naturales la jugada de su presidente, Ernesto Sanz, seguramente rendirá sus frutos.

Respecto a lo que espera la gente, algunos quieren la continuidad hoy sería con Randazzo o con Scioli en el pedestal de presidente. Pero la mayoría votó en 2013 por la oposición, Massa y Macri iban juntos y lograron torcerle el brazo al Peronismo en su principal bastión. Ahora separados será el electorado el que elija al candidato opositor. Ninguno tiene liderazgos naturales y ahí estriba la cuestión. Si no hay mayorías parlamentarias aunque Macri se pruebe hoy la banda presidencial deberá marchar hacia un gobierno de coalición. Hecho inédito en nuestro país tan propenso a elegir mayorías y a evitar las herramientas democráticas que brinda el propio sistema. El autoritarismo resulta degradante en su esencia -expresa Julio Bárbaro- y que una sociedad que imagina que el autoritarismo es de izquierdas y la democracia y la libertad son de derechas es una sociedad enferma de ignorancia. Nuestra República luego de 32 años de gobiernos elegidos democráticamente merece avanzar más allá de cualquier análisis político.

 

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