Dr. Damián Dicásolo

Crisis económico-institucional y la esperanza de un pueblo

domingo, 1 de marzo de 2015 · 00:00

El contexto político de la República Argentina está atravesando por un sendero nunca antes transitado desde la vuelta a la democracia. El clima que se respira en la sociedad en relación al Gobierno es difícilmente aceptado, ya que coexiste una dualidad opositora de pensamientos de quienes por un lado padecen de falta de creencia y confianza en las instituciones y por el otro de quienes siguen firmes en sus principios y deseos de construir una Nación más participativa, descentralizada y estable.

Actualmente, nos encontramos en un escepticismo político. Veamos: los titulares del Poder Ejecutivo, esto es La Sra. Presidente Cristina Fernandez de Kirchner y el Sr. Vicepresidente Amado Boudou, se encuentran imputada y procesado por presuntos ilícitos. El congreso de la Nación que cuenta con mayoría oficialista en ambas cámaras responde al Ejecutivo, sin haber por parte del Legislativo un contralor independiente.

En este contexto, de desesperanza e incertidumbre institucional, ocurrió la lamentable y siniestra muerte del Fiscal Alberto Nisman. Fue asì que mientras la sociedad pensó que tenía un Poder Judicial inútil apareció un grupo de Fiscales que con nobles y fuertes principios investigan sin miedos la presunta ilicitud de la representante del Poder Ejecutivo. La huella de humanidad que nos dejan estos profesionales nos da la esperanza de una nueva puesta en valor y creencia sobre la institución judicial. La máxima expresión se vio reflejada en la llamada Marcha del silencio el pasado 18 de febrero de 2015.

Este grito social de por sì "silencioso" reflejó un pedido de claridad por parte de un Pueblo cansado, que hasta el 18 de Enero de 2015, pensaba que la impunidad iba a ser una característica de quien gobierna. El panorama social hoy es distinto. El pequeño rayo de luminosidad está comenzado a gestar las semillas del desarrollo.

Sin embargo, aunque la denuncia ha sido desestimada por el Juez Rafecas el pasado jueves 26 de febrero de 2015 por no haberse dado las condiciones para iniciar una investigación penal, la realidad es que la situación no deja de hacer eco en una sociedad que mira con desconfianza al Gobierno. Contorno del cual, el Fiscal Gerardo Pollicita aún no ha retirado su denuncia contra la Presidente de la Nación.

Paralelamente a esta crisis institucional que hoy nos toca vivir, padecemos de una crisis económica donde el cepo cambiario y las trabas a las importaciones generan una gran dificultad para la expectativa del empresario. Sumado además que la columna vertebral de la economía de un Pais, esto es los trabajadores no ven un horizonte beneficioso en sus condiciones. Pues varios de ellos deben afrontar una elevada alícuota en el impuesto a las ganancias, entre otras cuestiones, necesitando mayor presencia de un Estado que funcione como garantista de sus derechos. En la otra cara de la moneda, los consumidores cada vez más ven el incremento de los costos en los productos y servicios. Por lo tanto, se puede decir que tal crisis económica no ha finalizado.

Asì por ejemplo, el fallo que perdió la República Argentina dentro de la Organización Mundial de Comercio, al haber sido demandada por Estados Unidos, Japón, La Unión Europea, etc., por imponer trabas a las importaciones, indefectiblemente provocará consecuencias adversas en el comercio internacional, lo que dañará la expectativa de los empresarios sean rurales como industriales.

Por ello, es que creo que el viento de esperanza debe fluir con mayor predisposición para el dialogo y llegar a menos horizontes que marquen disensos. Ante éste escenario, donde el próximo gobierno va a tener sin dudas mucho trabajo por hacer, considero que vamos a tener que asumir mayores y serios compromisos como sociedad.

 

 

 

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