Volver al Estado semicolonial

Este desesperado intento de preparar el terreno para propiciar un "putch” (casi calcado al de 1955 con La Nación, Quarterly Economic, US News and World Report, entro otros (1)) con la mirada postmoderna distópica de la sociedad que plantean los grupos hegemónicos de los poderes fácticos concentrados, ignorando el sentido real de la voluntad de la mayoría de nuestro pueblo, es el pleno deseo del sector que trabaja por el retorno al estado semicolonial que les permita recuperar el terreno perdido por la voluntad estricta que ha demarcado la política desde la asunción de Néstor Kirchner a la presidencia de la Nación a nuestros días. Diariamente y sistemáticamente los operadores mediáticos en su abanico versátil nos acribillan desde sus páginas escritas, sus diales y sus pantallas con la idea de quebrarnos moralmente como sociedad y hacernos dudar si Argentina puede ser un país libre, justo y soberano y acuden a la conflictividad de sentirnos un estado semicolonial, jugando a fondo todo lo que tienen, hasta usar una muerte para lanzar un partido judicial. Sus actores político-partidarios que garantizan esa idea no pueden resolver la trama de la construcción política y han decido todos ocupar el mismo espacio y disputarlo casi calcadamente. Scioli, Macri y Massa representan lo mismo en el futuro del país, los tres van camino al retorno de la semicolonia intentando abordar a la sociedad por sus variantes proselitistas que han dejado de ser ingenuas hace mucho tiempo. Su sincrónico discurso con la clara ausencia de la política es el primer síntoma del camino escogido, ese ir por el medio y no decir lo que se piensa para profundizar el modelo es quedarse para pactar con quienes hoy vienen por el gobierno nacional primero para luego por el país. Scioli en evidente protección e impunidad mediática que goza es quien mejor resulta a las expectativas de esos intereses donde los operadores de los organismos multilaterales de crédito apuestan a que Cristina no lo visualice, subestimando enfáticamente la mirada estadista de nuestra Presidenta. Macri y Massa, en ese orden, es la segunda movida de juego de estos monopolios, pero se encuentran con la estancada pavorosa de estos candidatos demasiado flojos para enfrentar una presidenciable y con demasiadas histerias internas faltando tan poco, eso es producto de la improvisación y del nacimiento en probeta mediática.

En ese escenario nacional y despabilando las variantes del contexto geopolítico regional y global, volver al estado semicolonial es detener concretamente el acertado despegue que nuestro país lanzó el 25 de mayo de 2003 pese a la cruenta embestida de las oligarquías locales (y sus sociedades regionales) y el concreto empobrecimiento geopolítico del imperio del norte que quiere volver a replantear su sometiendo para estos lares luego del fracaso estrepitoso en oriente; el alza de China conjuntamente con la recuperación de Rusia como el nuevo eje del este, en política y en economía. Con todo este nuevo esquema (que parece una mirada platónica del tiempo circular) el futuro presidente de Argentina deberá profundizar el proyecto-modelo, no hay lugar para el retorno a la semicolonia porque los daños colaterales serán muchísimos mas graves y profundos que los del 80 y 90. Sinceramente se visualiza uno y es nuestro compueblano Florencio Randazzo.

Randazzo es quien mejor encarna este proyecto-modelo para el futuro mediato. Es quién mejor expresa la continuidad del rumbo del país y el único con capacidad de dar las batallas restantes y continuar las actuales convencido, expresamente, en que no hay lugar para un retorno al estado semicolonial. Sin dudas, como dije al principio, en esa estrategia oligopólica postmoderna distópica en que fomentan a Scioli, Macri y Massa, Florencio Randazzo es el único candidato para ponerle freno a la demonización del proyecto político y garantizar los logros, con claridad e idoneidad, pero con sobrado convencimiento para seguir las sociedades estratégicas regionales y globales, batallando contra las corporaciones que añoran el pasado reciente de exclusión y saqueo y afianzando el rumbo de emancipación de nuestro país y fundamentalmente de nuestra Suramérica. Quienes creemos en este proyecto-modelo, desde el lugar que sea, debemos trabajar por la candidatura de Florencio Randazzo para no lamentar la platónica doctrina de un retorno absolutamente evitable.

Ver Historia del Pueblo Argentino (1500 – 1955), de Milcíades Peña Pág. 519.