Por Diego Manusovich
No al pozo de nuevo
Siempre nuestra historia política (y por ende económica, cultural, educativa, sanitaria, etc.) fue truculenta. Jamás un presidente pudo terminar en paz su mandato sin legarle al otro un drama.
Alfonsín heredó el drama de la falta de derechos y el oprobio de un país devastado por la muerte. Menem heredó un país hiperinflacionado con la economía revuelta por los poderosos. De la Rúa heredó un país destruido económica y socialmente.Néstor heredó un país en llamas y con el tejido social y productivo roto.
Nuestra historia reciente de traspasos institucionales nos habla de que cada cambio de gobierno fue un hecho compulsivo plagado de tensiones y sufrimientos.
Pero hoy en vísperas de un nuevo cambio de gobierno, vivimos en paz. Seguimos trabajando mucho y la palabra crisis no está en nuestra charla cotidiana. Nos reunimos con amigos a hablar de fútbol, de política, de pesca, etc pero nadie está sin laburo ni con desesperaciones sociales. Muchos ya están empezando a armar sus vacaciones de verano y otros planificando comprarse el mes que viene su nueva moto o auto. La tan temida inseguridad que nos quieren inculcar a hacha y fuego está en los valores normales o un poco menores para ciudades como la nuestra en cualquier otra parte de Latinoamérica. Todos aprendimos a vivir con un 25% de inflación. Es un juego controlado. Las cosas aumentan paulatinamente y nuestros sueldos aumentan también por paritarias. Nada loco y todo razonablemente armonioso en un país que, a pesar de que el mundo está en una feroz crisis, seguimos razonablemente creciendo.
Hoy vivimos en paz. Se terminan 12 años de un gobierno que nos sacó del pozo y nos dio chances de crecer y disfrutar la vida con nuestros seres queridos. Si no podés admitirlo, si no sos capaz de valorar tu crecimiento y el de tus seres cercanos, entonces sos una persona hipócrita, resentida y mala leche. Todo el mundo creció, consumió, viajó, aumentó su panza (ja!) y fue ascendentemente feliz en estos 12 años. Tenemos un país estable con miles y miles y miles de pequeñas y medianas empresas que renacieron a partir de un mercado interno pujante. Si no lo querés ver sos un falso y choto ser humano que no puede distinguir mínimamente el bien del mal.
Ahora por ejemplo, si no te gustan "los modos” con que la Presidenta habla y por eso no votarías a Scioli es porque no tenés la menor memoria de lo que sufriste y sufrimos como sociedad antes de este gobierno. Si un tono vehemente y con cojones te asusta entonces preferís seguramente a un Menem simpático o a un De la Rúa suavecito para manejar el país. Los presidentes suavecitos, simpatiquitos y con sonrisitas llenas de globitos se dejan comer por los lobitos que siempre están soñando con presidentitos buenitos, tolerantes y escuchadores. Hay! Qué lindo un presidentito para el diálogo amoroso, que pueda escuchar alegre a los poderosos para que le susurren al oidito lo que tienen que hacer!!!
Y luego nos rompen el culo a todos.
Valoremos los cojones por favor! Valoremos la energía de una presidenta y su marido que se enfrentaron con coraje a los poderes escondidos para que podamos criar a nuestras familias y trabajar en paz todos estos años! Cada vez que gozaste alguna miel en estos 12 años, cada vez que cambiaste el coche, la moto, te compraste la bici de 50 cambios, te compraste la ropa que siempre quisiste, te fuiste al sur, a las cataratas o a Nueva York como nadie antes en tu familia lo hizo. Si pudiste hacerlo es porque nuestros presidentes recientes nos defendieron de los monstruos que quieren desestabilizar la economía y la sociedad; porque esos monstruos no quieren que muuuuuchos gocen, muuuuchos progresen, muuuuuchos vivan en paz y procreen con alegría. Los monstruos poderosos quieren que siempre la alegría sea para pocos. La "derecha” que le dicen.
Así que abrí un poco más los ojos. Cada fiebre y cada lucha de los gobiernos recientes fueron para protegernos de todas esas amenazas. Y acá estamos nosotros,con mil cosas para mejorar sin dudas, pero no podemos entrar con Mene…, perdón con Macri al pozo de nuevo.
Seguimos pensando.-