Opinión

Ludovica es un poroto

domingo, 18 de enero de 2015 · 00:00

Época de predicciones. En los libros de astrología, en horóscopos chinos, en el I ching, en los dichos de políticos golpistas, en el tarot. Todas y todos derraman sin filtro sus pronósticos sobre el porvenir, sobre lo que va a pasar, sobre el futuro ni más ni menos, como si, amigo lector, estuviésemos hablando de una tarea fácil.

Y así el que vende paraguas pronostica lluvia, el que vende seguridad vaticina robos, el que vende helados augura calor, el que vende bufandas anuncia frío, el que vende gaseosas pronostica sed, el que vende piscinas augura buen tiempo, el que vende cremas vaticina arrugas. Este último, el de las arrugas tiene un socio natural, el tiempo, los otros, el del paraguas, el de los helados, el de las bufandas, el de las gaseosas, el de las piscinas, apuestan a suerte y verdad sus negocios, sus inversiones, porque aunque lo deseen, no tienen mucha injerencia sobre el clima.

Pero los que pronostican robos, saqueos a supermercados, secuestros, ilícitos, etc, etc, sí tienen injerencia sobre la sociedad, con ardides, artimañas, ficciones, tan inteligentes como sucias y escabrosas, para que aquello que venden sea finalmente comprado. El tema es que de tanto contar el cuento, la sociedad ya no se lo cree y pronosticaron, insistieron, incitaron a los saqueos a supermercados el recién pasado diciembre, pero ese cuento ya había sido contado y entonces, lo pronosticado, no ocurrió.

Hay, sin dudas, que tener mucho cuidado, hay que andar con pie de plomo, hay que analizar muy bien cada dicho para después poder relacionarlo con los inmediatos hechos, con las circunstancias ocurridas. Si levanto la bandera de la paz, no puedo andar con un revólver en la cintura, si levanto la bandera de la igualdad, no puedo prohibir la entrada a un boliche a un pibe por su color de piel, o por su peinado, o por su talla, si levanto la bandera de la seguridad, no puedo estar plantando robos por todo el pueblo.

Dicen que los fabricantes de piojicidas andan plantando piojos en las escuelas, difícil de creer, pero las publicidades de estos productos no salen en la tele durante todo el año, se largan justo antes del comienzo de las clases. Creer o reventar, el caso es que aquellos clarividentes a fuerza de intereses espurios, al lado de Ludovica, son un poroto.

 

Tirso

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