Por Diego Manusovich

Más allá

Por Diego Manusovich
domingo, 23 de noviembre de 2014 · 00:00

Se acerca el fin del ciclo lectivo. Ya termina otro calendario escolar y los docentes y alumnos llegan con las últimas energías. Cuántas cosas enseña la escuela! Mi experiencia de papá es sorprendente en este sentido. Cuando uno es chico y va a la escuela primaria y secundaria no llega a tomar verdadera dimensión de la cantidad enorme de conocimiento que aprendemos con los años. No sé, uno alterna con los juegos, con las amistades, el deporte, los hobbies…. Pero cuando uno es papá o mamá y re-recorre la currícula cotidiana de sus hijos…. guaug!!! Realmente es profunda y extensa la tarea pedagógica!!!

Pero más allá de aprender las ciencias duras y blandas, la biología, las matemáticas o la historia; hay otros saberes que entiendo también son imprescindibles para la formación de los chicos. Hablo de la convivencia vial, hablo de conocer cómo funciona una fábrica, hablo de aprender lo que es pedir un préstamo para realizar un microemprendimiento. ¿Quién enseña en nuestra comunidad la importancia de tributar responsablemente? ¿Qué institución enseña a crear proyectos solidarios y despertar el interés por el prójimo? ¿Qué institución promueve la enseñanza de nociones mínimas de paternidad y crianza de niños y adolescentes?

Veo un vacío o por lo menos unas cuantas zonas grises. ¿Son acaso nuestros clubes deportivos quienes tienen que alternar la enseñanza de sus disciplinas con otras imprescindibles para el bien común? ¿Es el Estado municipal a través de la Dirección de Educación? ¿El Consejo Escolar? ¿El sistema educativo formal?

No sé…. realmente no sé. Lo que sí sé es que hay muchos temas vitales para el fortalecimiento de nuestra Democracia, nuestro aparato productivo y nuestra convivencia social que no pueden quedar a la buena de Dios. Insisto como siempre: además de cordón cuneta, luces leds en los semáforos y bancos cool en las plazas del centro; necesitamos otras cosas como ciudadanos.

Y nadie las está atendiendo como se merecen. Ni el gobierno de turno, ni la oposición que espera su turno.

Seguimos pensando.-

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